lunes, 14 de mayo de 2012

A un pino andaluz [De sonetos de la Bahía, José Luis Cano]



Una dulce pasión, una morosa 
melancolía invade tu espesura, 
y una cálida y triste calentura 
la solitaria sombra de tu rosa. 

Voy sintiendo en mi carne la amorosa 
turbación de tu copa cuando apura 
el sol allí su fuego, y tu cintura 
a su lengua se ciñe, perezosa. 

No sé qué viento en soledad, qué sino 
vegetal guardas para mis dolidas 
alas sin vuelo y ave sin camino, 

tú que en la mar me sueñas y me olvidas, 
oh pino delicado que adivino 
a solas meditando en mis heridas. 





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