Mostrando entradas con la etiqueta Tradiciones y leyendas. Mostrar todas las entradas
Mostrando entradas con la etiqueta Tradiciones y leyendas. Mostrar todas las entradas

martes, 12 de junio de 2012

El Hilo Rojo del Destino




  El Hilo Rojo es una leyenda anónima de origen chino, que dice que entre dos personas que están destinadas a tener un lazo afectivo existe un hilo rojo, que viene con ellas desde su nacimiento. El hilo existe independientemente del momento de sus vidas en el que las personas vayan a conocerse y no puede romperse en ningún caso, aunque a veces pueda estar más o menos tenso, pero es, siempre, una muestra del vínculo que existe entre ellas. 


   El texto literal viene a decir: Un hilo rojo invisible conecta a aquellos que están destinados a encontrarse, sin importar tiempo, lugar o circunstancias. El hilo se puede estirar o contraer, pero nunca romper. 


   En algunas comunidades, es normal la utilización contextual de frases como "estamos tirando fuerte del hilo rojo", o "tendiendo puentes con hilos rojos" lo que convierte a la leyenda en una parte más de la jerga de utilización habitual. 


   Los japoneses tienen la creencia de que las personas predestinadas a conocerse se encuentran unidas por un hilo rojo atado al dedo meñique. Es invisible y permanece atado a estas dos personas a pesar del tiempo, del lugar, de las circunstancias…El hilo puede enredarse o tensarse, pero nunca puede romperse. 


   Esta leyenda surge cuando se descubre que la arteria ulnar conecta el corazón con el dedo meñique. Al estar unidos por esa arteria se comenzó a decir que los hilos rojos del destino unían los meñiques con los corazones; es decir, simbolizaban el interés compartido y la unión de los sentimientos. 


   Incluso durante el Periodo Edo (1603 a 1867) algunas mujeres se amputaban el dedo meñique para demostrarles su amor a sus maridos. Se consideraba un símbolo de completa lealtad, algo similar a lo que hacen y siguen haciendo los “yakuzas” hoy en dia como simbolo de obediencia a su “oyabun” (jefe), (aunque en este ultimo caso tambien se atribuye esa amputación a su descendencia samurai y a su imposibilidad asi de manejar la espada). 


   Una leyenda sobre este hilo rojo cuenta que un anciano que vive en la luna, sale cada noche y busca entre las almas aquellas que están predestinadas a unirse en la tierra, y cuando las encuentra las ata con un hilo rojo para que no se pierdan. 


Pero la leyenda más popular es esta: 


   “Hace mucho tiempo, un emperador se entero de que en una de las provincias de su reino vivía una bruja muy poderosa que tenia la capacidad de poder ver el hilo rojo del destino y la mando traer ante su presencia. 


   Cuando la bruja llegó, el emperador le ordeno que buscara el otro extremo del hilo que llevaba atado al meñique y lo llevara ante la que seria su esposa; la bruja accedió a esta petición y comenzó a seguir y seguir el hilo. Esta búsqueda los llevo hasta un mercado en donde una pobre campesina con una bebe en los brazos ofrecía sus productos. 


   Al llegar hasta donde estaba esta campesina, se detuvo frente a ella y la invito a ponerse de pie e hizo que el joven emperador se acercara y le dijo : “Aquí termina tu hilo” , pero al escuchar esto , el emperador enfureció creyendo que era una burla de la bruja , empujo a la campesina que aun llevaba a su pequeña bebe en los brazos y la hizo caer haciendo que la bebe se hiciera una gran herida en la frente , ordeno a sus guardias que detuvieran a la bruja y le cortaran la cabeza. 


   Muchos años después, llego el momento en que este emperador debía casarse y su corte le recomendó que lo mejor era que desposara a la hija de un general muy poderoso. Aceptó y llegó el día de la boda y el momento de ver por primera vez la cara de su esposa, la cual entro al templo con un hermoso vestido y un velo que la cubría totalmente. 


   Al levantarle el velo vio por primera vez que este hermoso rostro …. …. …. …. tenía una cicatriz muy peculiar en la frente.“ 


  En definitiva, según esta creencia, el hilo rojo es el hilo invisible que nos acerca a todas las personas en esta tierra y lo que nos une a pesar de las dificultades. Así que cuidado con nuestro dedo meñique, nunca se sabe a quien podemos encontrar en nuestro camino. 
Share:

miércoles, 26 de octubre de 2011

Wiricuta, La Puerta al Mundo del Espíritu [Cultura Huichol, México]


   Los Wixárrica
   Como se llaman ellos mismos. Dicen vivir en el centro del mundo.  Y ser la Gente Verdadera. Quizás se escuche como soberbia, sin embargo tiene un sentido diferente: significa mas bien 'la gente que no finge'.
   Es un Pueblo que habita el Norte de Jalisco, Sur de Nayarit y poblaciones varias en Durango, Zacatecas, así como una importante presencia en ciudades como Guadalajara o Tepic.
   Su aislamiento histórico y su Tradición los han hecho los custodios de tal centro, símbolo del Cosmos. Esta decisión ha sido tomada para ceñirse a los designios de los dioses y ancestros, que deben auxiliarlos en el desempeño de éste cargo.



     Mantener su constante contacto con los seres sobrenaturales es una de las preocupaciones primordiales de los huicholes . Los hombres deben vivir, revivir, conservar y transformar constantemente la tradición,"el costumbre" instaurado desde el principio de los tiempos; es condición de su permanencia en la tierra; acatarla es la base de su organización social, obligación de todo huichol y, sobre todo, cargo de todo mara'akame y cahuitero ( cantador y funcionario).
    El territorio geográfico que los wixárrica reclaman  como propio es diferente de su territorio ritual y místico, ya que éste se extiende desde Durango, hasta Chapala, desde la Costa de San Blas hasta el desierto potosino 
(San Luis Potosí), a donde peregrinan para traer agua sagrada, cazar venados y recolectar peyote.
    Los hombres deben cuidar y alimentar a sus dioses para que los dioses  protejan y mantengan a los hombres. Equilibrio entre lo mundano y sagrado, entre humano y sobrenatural, entre lo contemporáneo y lo primordial.  Difícil de lograr y que requiere de un esfuerzo constante.
   El intermediario entre los polos es responsabilidad de todos y cargo de cada mara'akame. Los vehículos para acercarse  son las ofrendas y la vida misma, a cambio, los dioses dan lluvia, cosechas, salud y sabiduría.
   La cantidad de tiempo y energía para cada ceremonia les hacen ser descritos por los investigadores y estudiosos como un Pueblo Religioso.
    Pero no sólo es en los recintos ceremoniales, también la vida cotidiana: siembra, caza, tareas domésticas, salud, arte y artesanías hacen referencia a lo Sagrado.
    Todos, hombres y mujeres deben cumplir en algún momento cargos, participar en las festividades y en actividades comunales.
   Mara'akame, Cantor, chamán, sanador y guía.
Es el Cantor, médico, sacerdote y guía. Es vidente, soñador, adivino y político; su cargo es conocido, buscado, respetado y temido. Es custodio de la historia y las costumbres.
    El mara'akame sabe cantar, hablar con los dioses en lengua esotérica, es músico y coreógrafo en las ceremonias, está al tanto de los espacios de los patios que corresponden a los tiempos de las fiestas. Conoce las enfermedades y sus remedios, sabe capturar las almas y encaminar los muertos.
    León Diguet nos dice de los huicholes: "...no dejaron monumentos, pero de generación en generación, la tradición de los antepasados ha logrado transmitirse mediante cantos".
    El mara'akame resguarda su sabiduría como reliquia y la adapta para que sea siempre vigente, es guía de los peregrinos y andador de caminos.
   Desde pequeño, el mara'akame recibe señales que le indican su futuro, su  'vocación'.Ayuno, sacrificio, y al menos 5 peregrinaciones a Wirikuta son parte de su entrenamiento.
   Después, escucha la Voz y él mismo recibe el 'don'. Recibe la medicina y sus herramientas de médico-cantor-guía: el muvieri ( flechas sagradas), para escudriñar lo escondido, lo oculto, ve lo invisible y escucha el aire. Los dioses le inspiran cantos y  conocimientos, el mara'akame les presta su voz  y los dioses hablan.
    Los huicholes consideran deidades a todos los fenómenos  de la naturaleza y a sus antepasados, no les llaman dioses sino 'abuelos', Padre, Madre, Hermano.....
Según el investigador Lumholtz hay 47 divinidades.Pero las deidades se mezclan, se confunden, expresan con varios nombres la misma experiencia de lo Sagrado....
    Takutsi Nkawé, Nuestra Madre Crecimiento que fué la madre generadora; Tatéwari Nuestro Abuelo Fuego; las 5 madres del agua; Tayao, nuestro Padre Sol, nuestro Bisabuelo, Cola de Venado, son varias de las principales deidades.
    Los ritos, las ceremonias y las deidades mismas, así como la vida del Wixárrica, se divide en Temporada de Secas y Temporada de Lluvias. ( Zingg, 1982).
    El primer mara'akame fue  el fuego.
    Kauyumari es el héroe civilizador,  tamién se le conoce como Maxacuari o Mayakuagi. Es hombre, venado y dios.
   Con sus cuernos elevó al Sol en el cielo, y con ellos, aparta las nubes  en el Portal de las Nubes.
   Hizo nacer al Xícuri-Peyote de sus huellas y trajo el maíz al mundo.
   Inventó los instrumentos musicales y instauró las ceremonias. También trajo la muerte, Fué enviado por el Sol para instruir a sus hijos.
   Sus proezas se narran en los cantos y sus rutas se siguen en las peregrinaciones. Las danzas son el memorial de sus hazañas y él se sacrifica en las cacerías.
    Fuego, Sol, Venado, Peyote-jícuri  y maíz se entrelazan en las ceremonias y en los cantos.


    El ciclo del peyote empieza en diciembre-enero y termina en mayo-junio cuando empieza la temporada húmeda, tras la peregrinación a Wirikuta, la cacería del venado, la bendición del maíz, y la fiesta del Xícuri Neirra.


     Wirikuta    
    Wirikuta, la Puerta al mundo del Espíritu.
   La fiesta de los primeros frutos, del elote tierno o del tambor, es para bendecir a los elotes y a los niños, para que ambos se purifiquen y crezcan sanos.
   Todos los niños menores de 5 años volarán a Wirikuta transportados por el Canto del mara'akame, en alas de Tatei Werica Wimari nuestra abuela Aguila Niña, el águila de dos cabezas que mira a la vez al lugar donde sale y adonde se pone el Sol.
   Cada niño y su madre llevan 'Ojos de Dios' -un rombo por cada viaje y cada año. Hasta completar los 5 años requeridos. Y una sonaja, un sombrero y una talega. En la mano, un 'peyote' ( tortilla, galleta o un peyote seco).
   También viajan a Aramara, peñasco cercano a  la Playa de San Blas, en Nayarit.
   Las sonajas agitándose son los pasos de los niños o las alas del colibrí, pues en tales aves se han transfigurado. Acompañan el canto, la música y el ritmo del tambor, del que cuelgan bules de tabaco y colas de ardilla.
   El Mara'akame va enunciando los lugares por donde pasan, donde descansan, donde se detienen, los peligros y los requisitos que deben cumplirse.
    Al llegar al lugar donde se 'confiesan', los niños reconocen o no, haberse comido elotes, y el mara'akame procede a purificarlos con agua sagrada asperjada con flores de Cempoalxóchitl  y el roce de sus plumas.
   Ante el fuego, los niños aprenden el mapa mítico que más tarde deben recorrer.Antes de su primer peregrinación, a los niños se les familiariza con los lugares y circunstancias del viaje de los ancestros.
   Los caminos, Lugares Sagrados y animales guardianes adornan sus muñecas y sus cuerpos, bordados con chaquira  o hilo. Durante la fiesta, las marcas amarillas de sus mejillas los señalan como peregrinos, aunque muchas veces el llanto y los juegos infantiles hacen que las lágrimas borren las señales antes de tiempo.
   Cuando hagan la Peregrinación,  años más tarde, les precede un mar de palabras, les guía un canto y cumplen la tradición con una memoria previa.  Antes de llegar a Wirikuta, Wirikuta llegó a ellos.


    La Peregrinación.
   Quienes van a Wirikuta, siguen el camino de los ancestros. La voz del mito es su mapa. Cada año, desde el principio de los tiempos, los huicholes van a la cacería sagrada del Xícuri.
     Siguen 'el camino del Hermano Mayor que camina al amanecer'. Guiados por un capitán que enciende, cuida y personifica al Fuego.  Reanudan los pasos para "buscar la vida". (Lumholtz, Benítez y Myerhoff).
   Peregrinan a un lugar donde se transfiguran y se convierten en dioses para traer el alimento del alma.


    El camino es 'delicado' y 'trabajoso'.
    Deben penetrar el lugar donde fué creado el Sol, al territorio donde primero brilló Nuestro Padre desde el cerro Quemado, al patio de los dioses.
   Allí recibió su cargo y su voz el Bisabuelo Cola de Venado. Wirikuta no es un lugar histórico sino mítico. A medida que avanzan, los peyoteros deben desprenderse de su carácter mundano, de sus nombres, del lenguaje habitual, y llegar limpios para acceder a  lo Sagrado, traspasarlo, vislumbrarlo y retornar con plantas y bendiciones que repartirán entre los suyos.
    El viaje dura 43 días, 20 de ida, 3 en el desierto, y  20 de regreso. Desde principios del siglo se usaban mulas para transportar las tortillas secas y para traer el peyote de regreso. Hoy se usan vehículos de motor, pero las paradas, ayunos, ofrendas, etc...son las mismas.
   Cada ranchería o comunidad huichola manda entre 8 y 12 peregrinos.
   Los guía el custodio del Fuego y del tabaco, quien enciende el fuego en dirección oriente al partir y al poniente al regresar.
   En la Comunidad queda otro grupo que también participa en la peregrinación: Cada noche se reúnen, prenden el fuego y desatan un nudo por día de la cuerda que, en ambos grupos, sirve para llevar la cuenta de los días.
   Unos y otros deben ayunar, no deben bañarse ni cambiarse de ropa y han de abstenerse de relaciones sexuales.
    En cada cueva, peña, cima, ojo de agua, etc...se dejan ofrendas: jícaras, flechas, muvieri, niéricas pequeñas, comida y monedas.
  Unos son Santuarios y otros son kakayari: antiguos peregrinos que se detuvieron y fueron convertidos en Piedra.
   En el Portal de las Nubes, cerca de Huejuquilla, los peyoteros confiesan sus pecados carnales públicamente, ante el fuego, haciendo un nudo en una cuerda por cada falta, que queman para purificarse.
   Tras la confesión, reciben tabaco y reciben  nuevos nombres y nuevos cargos. Todo el lenguaje se trastoca. Los Peregrinos salen de sus cuerpos y personas y se renuevan; el lenguaje sale de sus cauces, pues ya no podrá describir lo que verá de ahora en adelante. A partir de éste momento el orden de la marcha es estricto y  no debe quebrantarse.
   En Tatei Matinieri, pequeña laguna sagrada descargan las ofrendas implorando bendiciones y buena cacería  en el desierto.  Allí los primerizos son vendados para no quedar ciegos ante la luminosidad de Wirikuta.
    Al llegar al desierto, comienza la cacería, todos avanzan sigilosamente, con el arco tenso en las manos. Cada uno cerca 5 venados-Xícuri con dos flechas, sin herirlo y sin tocarlo, y cuando el Guía caza su peyote con dos flechas cruzadas, ve al venado y siente su remolino. Todos se acercan y ofrendan ante el cactus.
    El cahuitero guía pide perdón, corta el peyote y lo reparte entre todos en una comunión inicial. Lo comen tras tocar con el gajo, las mejillas y las muñecas. Entonces, cada cual recoge su caza  y comienza la cosecha. Esta noche se toca el violín, junto al fuego, se pelan y preparan los botones de Xícuri en largas ristras y se los comen.
   Cuando terminan, se retiran rápidamente. La convivencia con lo divino es difícil y peligrosa, no admite familiaridades.  Cuanto se utilizó se quema en el último fuego hacia el este, se circula la hoguera, se voltean los leños y se emprende el retorno.
   La búsqueda de las visiones no es la finalidad de ésta Peregrinación. Se cumple con un cargo, se colectan los peyotes y se recoge el agua sagrada necesarios para  alimentar las ofrendas y las festividades donde se pide vida, salud y fuerza.
   El Mara'akame, o aspirante a cantador , en cambio,  sí las busca: con ayuno, sacrificio y constancia escucha la voz de los ancestros.
   El venado-Xícuri lee la mente y pone palabras en boca de quien merece el cargo. Le da Canto, sabiduría equilibrio y cargo.
   El elegido tiene una simbología previa y  un esquema adecuado para recibir tales enseñanzas, por lo cual sus enseñanzas son canónicas.
   Por eso también la negativa a compartir, narrar o discutir las visiones de cada cual.Son personales e indiscutibles -como suele ser lo divino- y su particularidad resta fuerza al sentimiento comunitario; es buscado y auspiciado para lograr entre todos el bienestar general. La peregrinación y sus dones son colectivos en tanto su modalidad y su llamado son privados.




Share:

viernes, 7 de octubre de 2011

Tzacopontziza y Zkatan-oxga [Leyenda de la Vainilla, México]


   En la región de Papantla, Estado de Veracruz, de la República Mexicana, habita el pueblo Totonaca, cuyos primeros reyes ordenaron construir templos a sus dioses, siendo Tonacayohua, la diosa de la siembra, pan y alimentos: esta diosa tenía a su servicio doce jóvenes que desde niñas hacían votos de castidad.


   En los tiempos del rey totonaca Teniztli tercero, una de sus esposas tuvo una hija que por su belleza fue llamada Tzacopontziza "Lucero del Alba", la cual fue consagrada al culto de Tonacayohua diosa de la siembra y los alimentos.
   
  Esta se enamoro de un joven príncipe llamado 
Zkatan-oxga "Joven Venado", a pesar de que tal sacrilegio estaba penado con la muerte.


   Dice la leyenda que un dia cuando la joven salió del templo a buscar tortillas para ofrecer a la diosa, huyó con el joven principe hacia la montaña, donde se les aparecio un monstruo que los envolvio en llamas obligandolos a retroceder.


    A su regreso los sacerdotes los esperaban y sin explicación alguna fueron degollados y llevados al adoratorio, en donde tras sacarles el corazón y ponerlos en piedras voitivas del ara de la diosa, fueron arrojados a una barranca.En el lugar en que se les sacrifico, la hierba empezó a secarse como si la sangre de las dos victimas, alli esparcida, tuviera un maléfico influjo.


  Tiempo despues empezo a brotar un arbusto elevandose a varios palmos del suelo y cubierto de espeso follaje.


   Al alcanzar su desarrollo total, comenzo a crecer junto a su tallo, una orquidea trepadora sobre el tronco del arbusto. Una mañana, la planta se cubrio de flores y todo el sitio se baño de exquisitos aromas.


   Los sacerdotes,asombrados, no dudaron en creer que la sangre de los dos príncipes se habian transformado en arbusto y orquídea. Su sorpresa fue mayor, cuando las hermosas flores se convirtieron en largos y delgados frutos que al madurar desprendían un dulce y suave perfume, como si el alma inocente de Lucero del Alba esenciara en el, las fragancias mas exóticas.


Asi la vainilla fue declarada planta sagrada y se elevo como ofrenda divina en los adoratorios totonacas tomando el nombre de caxixanath que significa flor recóndita.



Share:

jueves, 6 de octubre de 2011

Xanath y Tzarahuín [Leyenda de la Vainilla, México]


  La vainilla es originaria de México y fue introducida en Europa por uno de los conquistadores españoles. Cuentan que Cortés, el conquistador de México, tomó por vez primera con su rival, el emperador Moztezuma, chocolate perfumado a la vainilla servido en tarros de oro. A pesar de las precauciones de los aztecas por guardar en secreto el principio del perfume de esta bebida, fue descubierto y, desde comienzos del siglo XVI las carabelas las traían ya a España entre otras riquezas. De la península ibérica pasó a Francia en donde se consumió mucho en 1604

    Cuentan que Xanath, hija de nobles totonacas, célebre por su belleza, vivía en un palacio cercano al centro ceremonial de Tajín, sede de su pueblo.


   Cierto día en que la joven acudió a depositar una ofrenda sobre el plato colocado en el abdomen de Chac-Mool ("Mensajero Divino"), encontró casualmente a Tzarahuín (jilguero), un alegre doncel al que le agradaba silbar, y surgió entre ambos amor a primera vista.


   Sin embargo, el romance mostró dificultades para prosperar, porque Tzarahuin era pobre y vivía en una choza humilde rodeada de tierra fértil en que abundaban las anonas, las piñas y las calabazas. A pesar de la diferencia de clases, los enamorados se reunían casi a diario, de manera fugaz, cuando el mancebo llevaba al mercado la cosecha de sus siembras, y en poco tiempo una sincera pasión se apoderó de sus corazones.


   Una tarde en que Xanath pasó junto al templo sagrado de los nichos, la sorprendió la mirada penetrante del dios gordo, que se caracterizaba por su vientre abultado, la frente rapada y su triple penacho; y desde entonces el señor de la felicidad se dedicó a cortejarla. La doncella logró esquivarlo en un principio, mas el astuto dios encontró la forma de revelarle sus sentimientos y, al ser rechazado, su alegría habitual se tornó en cólera y amenazó a la joven con desatar la furia de Tajín, si no accedía a sus reclamos amorosos.


   La advertencia hizo temblar de miedo a Xanath, pero no traicionó a Tzarahuín.


   El astuto dios gordo resolvió entonces ganarse la confianza del padre de la joven para que influyera en el ánimo de Xanath. Lo invitó a su palacio, le reveló secretos divinos y cuando manifestó interés por la linda muchacha, recibió completo apoyo para casarse con ella.


   Xanath hubo de soportar un mayor acoso del testarudo dios y su padre la obligó a aceptar una nueva cita, que resultaría fatal, pues luego de haber dado otra negativa al señor de la felicidad, éste, irritado, lanzó un conjuro sobre la doncella y la transformó en una planta débil de flores blancas y exquisito aroma: la vainilla.


   Y si bien el dios creyó vengarse, lo cierto es que mientras de él existen sólo vagos recuerdos, en cambio, nos queda  la planta orquidácea de deliciosa esencia.


  

  
Share:

viernes, 30 de septiembre de 2011

Nicte-Ha [Leyenda Maya]

   Cuentan que en las tierras del Mayab, vivía en Nan Chan, el príncipe hijo del rey; el nombre de aquel príncipe era Chacdziedzib que significa Pájaro Carpintero. El estaba destinado para casarse con una princesa de tierras lejanas a la que un día conocería. Así tenía que ser ya que un día el sería rey. Pero el corazón del joven príncipe, ya había elegido a su dueña; resulta que se enamoró perdidamente de una plebeya, de la hermosa Nicté-Ha, que era hija del guardián del Cenote Sagrado. Los padres de los jóvenes ignoraban el amor que ellos dos se profesaban, igual ignoraban que se reunían en secreto todas las noches, junto al espejo de agua para declararse su amor. Chacdziedzib portaba siempre una túnica roja, además escribía hermosos poemas y canciones para su amada, los cuales le leía cuando estaban juntos, y se sentían inmensamente felices.Pero el Gran Sacerdote los descubrió, con gran envidia a la vez que con preocupación veía como florecía ese amor. ¡Jamás una plebeya se convertirá en reina de Nan Chan! se dijo; y así fue como comenzó a planear un trágico final para esa historia de amor.Nicté-Ha debía de desaparecer para siempre, pero ¿cómo hacerlo? Se preguntaba el Sacerdote, para que nadie se diera cuenta que el era el autor, el culpable de la desaparición de Nicté-Ha. Sólo la nana del príncipe que lo había cuidado desde niño, lo conocía demasiado, además lo amaba y estaba dispuesta a hacer todo lo posible para que el joven príncipe fuese feliz; se dio cuenta del malévolo plan y advirtió a su señor, entonces Chacdziedzib, envió a la nana en busca de la joven para que la trajera a palacio, donde el pensaba que podía hacerla su esposa en secreto.Dándose cuenta el Gran Sacerdote, siguió a la nana y la asesinó para impedir que diera aviso a Nicté-Ha. El príncipe al ver que la vieja no volvía, se puso su capa roja y salió, mientras apresuraba sus pasos, su corazón le gritaba que su amada estaba en peligro. Mientras tanto Nicté-Ha que no sabía nada acerca del plan, esperaba como todas las noches a su amado sentada junto al cenote, contemplándose en el inquieto espejo, que le devolvía la imagen de su gran hermosura. Cuando Chacdziedzib llegó y la vio tranquila, respiró aliviado y la estrechó entre sus brazos; pero el malvado ya aguardaba en la oscuridad, a la sombra de un espantoso chechem, preparó su arco y busco entre sus flechas envenenadas y sin esperar más, dirigió la más envenenada al corazón de la joven doncella, atravesándolo de un solo golpe. Nicté-Ha con la fuerza del flechazo, resbaló y cayó dentro del Cenote Sagrado, hundiéndose rápidamente, desapareciendo así de la vista de su amado, al poco rato solo flotaba en el agua su blanco huipil. El príncipe sin poder contener su dolor, lloraba amargamente y lanzaba gritos lastimeros. -¡Oh, Dioses! ¡Por qué permitieron este cruel final para nuestro amor! ¡Tengan piedad de mí! ¡Tengan compasión de este enamorado! No quiero perderla ¡escúchenme! ¡Quiero estar con mi amada, quiero estar con ella para siempre! Rogaba el joven príncipe entre sollozos desgarradores y elevando sus negros ojos al cielo.Y así fue; el blanco huipil se fue convirtiendo en una hermosa y aromática flor y Wayon, el dios de los pájaros, convirtió al príncipe en un pájaro rojo; el pájaro cardenal. Así es como desde entonces todas las mañanas, se puede ver al pájaro cardenal bajar a los cenotes y posarse cerca de los lirios. Dicen que bajo ese aspecto el sigue cantando y recitando poemas de amor a la flor, a la bella flor que flota en el agua, a la hermosa Nicté-Ha la flor acuática.
Share:

martes, 22 de febrero de 2011

Las lagrimas de la Luna - Leyenda

Las lagrimas de la Luna

Las lagrimas de la Luna - Leyenda de la jicama
 La mezcla de sabores con el abundante jugo que brota al morderla son deliciosas en tiempo de calor…Con seguridad  has disfrutado una fresca rebanada de jícama aderezada con jugo de limón, sal y chile piquín. Pero quizá no sabes que esta raíz  de origen mexicano ya era muy apreciada por los pueblos indígenas prehispánicos. Una leyenda purépecha explica así su origen: 

    Curicaueri, el Sol, se casó con Xaratanga, la Luna. Él  amaba el oro y se adornaba con joyas de ese metal: diademas, anillos y collares tan resplandecientes como él. Ella amaba la plata, semejante a sus destellos nocturnos, y contaba con una colección de alhajas que los recordaban de día. Los dos se amaban y siempre querían estar juntos. Por eso a veces los días y las noches eran demasiado largos y comenzó a reinar un gran desorden en el mundo.

      La Madre Naturaleza no podía permitir que las cosas siguieran de esa manera y los llamo para regañarles.“Tú eres el responsable de alumbrar los días y hacer que las plantas germinen y crezcan”, le recordó al Sol. “A ti te toca vigilar que todo quede en sombras para que las personas descansen”, le dijo a la Luna.”Pero ninguno ha respetado mis instrucciones  y por eso tendré que separarlos”.
Xaratanga le pidió que se compadeciera de ella, Curicaureri le rogo que no los separara pero la Madre Naturaleza fue inflexible: “Comprendo lo mucho que se aman, pero más importante que su amor es la misión que les encargue y el respeto que  le deben a los seres vivos que dependen de ustedes”, Xartanga y Curicaueri le suplicaron por última vez  pero  la madre Naturaleza ignoro sus palabras y los dejo solos.

  Al ver lo triste que  estaba su esposa, Curicaureri le hablo con ternura: “Nuestro amor no estará  nunca en riesgo. De día yo saldré a  iluminar los bosques y los mares y tu veras como el brillo a través de la ventana de nuestras casas. Cuando yo regrese al hogar por la noche y vea que no te encuentras ahí, me sentiré feliz al saber que estas recorriendo los cielos rodeada de estrellas más hermosas y nobles que tus joyas”. Ella  escucho con atención y respondió: “Tienes razón. Quizá si respetamos nuestra misión la Madre Naturaleza permita que , de vez en cuando, tu brilles detrás de mí y que yo aparezca de repente ,en pleno día”.
Conmovida por lo que estaban viviendo Xaratanga  abrazo a su esposo y comenzó a llorar. Una de sus lagrimas recorrió el espacio, cruzo las nubes, atravesó las copas de los árboles y se sumergió en la tierra del Valle de México. Allí,  en lo más profundo, echo raíces y se convirtió en la primera jícama, de carne tan brillante, perfumada y dulce como el llanto de la Luna.
-Adaptación de un relato Purepecha referido por 
Otilia Meza en su libro Leyendas prehispánicas mexicanas
Share:

sábado, 28 de agosto de 2010

Tláloc [Mitología de México]

Tláloc 

Tláloc [Mitología de México]
 Déntro de la mitología azteca.Tláloc es el dios de la lluvia, el señor del rayo, del trueno y del relámpago. Era representado como un hombre que usaba una red de nubes, una corona de plumas de herrón, sandalias de espuma y cargaba cascabeles que hacían el trueno, sus características anteojeras o aros que rodeaban sus ojos; dos grandes colmillos que salían de su boca y la lengua bífida de serpiente. Otros elementos que completaban su imagen eran las orejeras y el tocado.Su nombre deriva del nahuatl “tlali”, que significa tierra y de “octli”, que significa vino: "el vino que embriaga a la tierra para que produzca lujuriosa vegetación".

  Según el Códice Aubin, un relato en lengua náhuatl del siglo XVI, después de la aparición portentosa del águila sobre el nopal que señaló ante los mexicas el sitio de la fundación de Mexico-Tenochtitlan, un sacerdote llamado Axolohua fue sumergido en la laguna. Al día siguiente Axolohua volvió a aparecer y contó lo siguiente: “Fuí a ver a Tláloc, porque me llamó, dijo: Ha llegado mi hijo Huitzilopochtli, pues aquí será su casa. Pues él la dedicará porque aquí viviremos unidos sobre la tierra”. De esta manera Tláloc, una de las deidades más antiguas de Mesoamérica, recibió a “su hijo” Huitzilopochtli, dios joven de los mexicas recién llegados, y anunció que ambos compartirían el dominio sobre la nueva capital. Aquí y en otros contextos como la caída de Tollan, Tláloc actúa como una deidad que otorga “el valor, el mando”, es decir, el poder, una función del dios de la lluvia que ha sido destacada por José Contel (2008). Por lo anterior, el Templo Mayor de Tenochtitlan estaría compuesto por una gran pirámide doble, con dos “capillas” en su cúspide: una del lado sur, dedicada a Huitzilopochtli, y otra del lado norte, dedicada a Tláloc

   Esta deidad azteca  (siglo XV Y XVI), se conocía como “serpiente de nubes”, ya que se manifestaba en forma de culebra –remolinos de lluvia- en las trombas. Su color representativo era el azul, con el cual se pintaban sus templos.
   Su presencia en muchos templos se debía a  que se le consideraba pilar de la economía azteca, pues se le atribuía la producción agrícola. En efecto, a él correspondía enviar a tiempo las lluvias y no excederse en ellas, pues podía acarrear la muerte de las plantas, al igual que si enviaba el granizo o las heladas. Por eso era indispensable mantener el equilibrio del dios con rituales apropiados que se celebraban en determinados meses, ya fuera a él o a deidades con él relacionadas, como eran los tlaloques, sus ayudantes; Xilonen, diosa del maíz tierno; Chalchiuhtlicue, su esposa, etcétera. Tláloc descargó grandes cóleras sobre los Aztecas. A menudo usó sus rayos del relámpago para enfermar a las personas. Se dice que tenía cuatro diferentes jarrones de agua en su posesión. Cuando vaciaba la primera, traía vida a las plantas. La segunda causaba destrozo, la tercera traía el hielo, y la cuarta provocaría la destrucción total.


    Hasta nosotros ha llegado un canto al dios del agua, que dice así:

     Dueño del agua y la lluvia,¿Hay acaso alguien  tan grande como tú?
Tú eres el dios del mar.Cuantas son tus flores,cuantos son tus cantos
.Con ellas deleito en tiempo de lluvia.
No soy más que un cantor :flor es mi corazón: ofrezco mi canto.


  El paraíso de Tláloc se llamaba Tlalocan y se situaba en la región oriental del universo: de aquí procedía el agua beneficiosa y necesaria para la vida en la tierra. Las personas que morían ahogadas o por hidropesía iban a morar a este paraíso, que era un enclave placentero, rodeado de árboles frutales, así como maíz, chía y frijol, en donde la vida era enteramente feliz.


 ICONOGRAFÍA
    Además de las numerosas ollas Tláloc mencionadas, el dios de la lluvia fue representado en Mesoamérica también en pinturas murales (por ejemplo en Teotihuacan, en esculturas, en bajorrelieves y en códices. Los círculos alrededor de los ojos y los grandes colmillos constituyen rasgos característicos de Tláloc. A partir del estudio de una estatua que se conserva en la colección Uhde en Berlín, Eduard Seler (1963) demostró que esos motivos se originaron a partir de dos serpientes enroscadas
–que formaron los círculos de los ojos– cuyas fauces encontradas crearon la boca de Tláloc. En los códices, su cuerpo está pintado de negro, de amarillo o de verde, lleva atavíos de papel salpicado de hule y su tocado se compone de ojos estelares, así como de plumas de quetzal y de garza. Tláloc ostenta muchos atavíos de jade –del cual se decía que era “el cuerpo de los tlaloque”–, símbolo del agua, como orejeras, collar, y también lleva un pectoral de oro. Entre los elementos que carga el dios destaca un palo serpentiforme, a menudo pintado de azul, que representa al rayo.

     Tláloc fue uno de los dioses más importantes en el altiplano de México, y quizá uno de los de mayor antigüedad de Mesoamérica, ya que aparece en representaciones de la remota época tehotihuacana.










Share:

✿~Mitología, tradiciones y leyendas.

Mitología, tradiciones y leyendas.

Mitología, tradiciones y leyendas. - Justificación
    La imaginación asombrosa e ilimitada del hombre se manifiesta hoy en día en la capacidad para brindar soluciones a todas las circunstancias y situaciones que aparecen en todas las áreas de la vida, así como el perfeccionamiento continuo de estás, su evolución y cambio por otras mejores. Esta prolífica imaginación no solo se hace notar por las novedades constantes que se presentan hoy sino que, como parte inherente del “ser” humano ha estado siempre presente. 
  En lo personal me atrae inmensamente como desde el inicio de toda civilizacion el hombre ha dado explicación a cada fenómeno o suceso creando un universo casi infinito de deidades, demonios, héroes y personajes que son al mismo tiempo justificación de lo existente y alegoría de las pasiones humanas en su máxima expresión con las consecuencias magnificadas que por ser deidades traían a la vida ordinaria del hombre. Es por esto que reinicio con leyendas y tradiciones de la apasionante y prolífica mitología de tantos lugares y tiempos
Share:

jueves, 5 de agosto de 2010

La red de la vida: atrapasueños

La red de la vida: atrapasueños - Tradiciones y leyendas
   Hace mucho tiempo cuando el mundo era aún joven, un viejo líder espiritual lakota estaba en una montaña alta y tuvo una visión. En esta visión, Iktomi -el gran maestro bromista de la sabiduría- se le aparecía en forma de una araña. Iktomi hablaba con él en un lenguaje secreto, que sólo los líderes espirituales de los lakotas sabían entender. Mientras le hablaba, Iktomi -la araña- tomó un trozo de rama del sauce más viejo. Le dio forma redonda y con plumas, pelo de caballo, cuentas y adornos empezó a tejer una telaraña.

Hablaron de los círculos de la vida, de cómo empezamos la existencia como bebés y crecemos a la niñez y después a la edad adulta, para llegar finalmente a la vejez, cuando debemos volver a cuidar de los bebés, completando así el círculo.

Pero Iktomi dijo -mientras continuaba tejiendo su red- "en todo momento de la vida hay muchas fuerzas, algunas buenas otras malas. Si te encuentras en las buenas, ellas te guiarán en la dirección correcta. Pero si escuchas a las fuerzas malas, ellas te lastimarán y te guiarán en la dirección equivocada". Y continuó: -"Hay muchas fuerzas y diferentes direcciones y pueden interferir con la armonía de la naturaleza. También con el gran espíritu y sus maravillosas enseñanzas."
Mientras la araña hablaba continuaba entretejiendo su telaraña, empezando de afuera y trabajando hacia el centro. Cuando Iktomi terminó de hablar, le dio al anciano Lakota la red y le dijo: "Mira la telaraña es un círculo perfecto, pero en el centro hay un agujero, úsala para ayudarte a ti mismo y a tu gente, para alcanzar tus metas y hacer buen uso de las ideas de la gente, sus sueños y sus visiones. Si crees en el Gran Espíritu, la telaraña retendrá tus buenas ideas que descenderán por las plumas hasta ti y las malas desaparecerán al amanecer por el agujero".
El anciano Lakota, le pasó su visión a su gente y ahora los indios usan el atrapasueños como la red de su vida. Se cuelgan encima de las camas, en su casa para escudriñar sus sueños y visiones. Lo bueno de los sueños queda capturado en la telaraña de la vida y vive con ellos. Lo malo escapa a través del agujero del centro y no será nunca más parte de ellos.




Los atrapasueños o también llamados cazadores de sueños, se denominaban "Bawaadjigan" en el lenguaje Ojibwe de los sioux, quienes luego se dividieron en los sante (isanyati, los que viven cerca de Knife Lake), dakota centrales y teton (lakotas).

Estas culturas sostenían la creencia de que los sueños eran mensajes del mundo espirtual. De esta manera, el atrapasueños funcionaba como un filtro de sueños y visiones, que protegía contra las pesadillas.

Los lakotas particularmente, llegaron a creer que el atrapasueños sostiene el destino de su futuro, y es propicio para la buena fortuna y la armonía familiar, aparte de los buenos sueños.

Las Partes que lo componen:
Círculo o Aro
Representa el cosmos, los puntos cardinales y la rueda curativa. El círculo se divide en sectores arriba, el Aire ( Norte ), abajo, el Agua ( Sur ), a la derecha, el Fuego ( Este ) y a la izquierda, a la Tierra ( Oeste ).
Plumas
Son símbolos de energía y se dice que tiene la misma estructura de filamentos que el aura humana. Es por eso que los chamanes las utilizan mucho, ya que consideran que el atrapa sueños ordena los filamentos del aura desbloqueando energéticamente a la persona.
Cuentas
Las cuentas, abalorios o semillas perforadas, se emplean según el gusto de la persona, ya que representa el poder del individuo. Es por eso que cada uno debe elegir la más adecuada a su personalidad y espíritu
Share:

miércoles, 4 de agosto de 2010

Oración Lakota

Oración Lakota

Oración Lakota - Tradiciones y leyendas

Wakan Tanka, Gran Misterio:
Enséñame a confiar en mi corazón, en mi mente, en mi intuición, en mi sabiduría interna,en los sentidos de mi cuerpo,en las bendiciones de mi espíritu.
 Enséñame a confiar en estas cosas, para que pueda entrar en mi Espacio Sagrado y amar más allá de mi miedo, y así Caminar en Equilibrio con el paso de cada glorioso Sol y gloriosa luna.


Share:

martes, 20 de julio de 2010

Cielo de Ñandutíes

Cielo de Ñandutíes

 La música en Paraguay,llamado por su ubicación: "El Corazón de América", desempeña un papel preponderante en todos los festivales y manifestaciones religiosas

     Las arpas Paraguayas conjuntamente con las guitarras brindan a la música típica el toque justo para escucharla y bailarla en los numerosos festivales.
    La guarania, música nativa suave, romántica y triste en general es tocada por un trío integrado por un arpista y dos guitarristas.


      El Folkore Paraguayo, se identifica entre otras cosas por su gastronomía, su danza, sus juegos y tradiciones, que hacen de la cultura Paraguaya una rica mezcla de las raíces indígenas de Sudamérica, y el aporte de las distintas culturas de los colonizadores y conquistadores, donde cabe destacar también algo muy importante como lo fué el aporte de las misiones Jesuíticas para la religiosidad popular.

Cielo de Ñandutíes - Artesanía de Paraguay
Quizás uno  de los logros más reconocidos dentro de la artesanía paraguaya es el Ñandutí,  una fina y elegante artesanía  de origen  guaraní, símbolo y emblema del país sudamericano, el cual es elaborado parte con tejido bordado y parte adornado con colores vistosos y brillantes. Este tejido tan representativo es realizado basados en el principio de la tela de araña (ñandutí significa telaraña en Guaraní). En esta artesanía el ex profesor de matemáticas Luis Balbuena Castellano encuentra una simetría excepcional y perfecta desde los diseños más sencillos hasta los más complejos, quedó tan sorprendido de ello que escribió un libro dedicado a esta bella y delicada artesanía.
    Los bordados, la cerámica, los sombreros de paja (Piri), las esculturas de madera, la plata afiligranada y las joyas en oro forman parte de la gran variedad existente en la artesanía  Paraguaya.
     No se deben olvidar apreciar los objetos o ropa hechos en cuero pues no son muy costosos
    Así mismo se puede encontrar una industria artesanal única ofrecida por las comunidades indígenas que elaboran arcos y flechas, collares de plumas y otros numerosos productos originales de los nativos.
   Los Paraguayos también fabrican sus propios instrumentos musicales tales como el Arpa Paraguaya
(de 36 cuerdas y sin pedales) extremadamente extensa y usada por los grupos musicales típicos y acompañada por guitarras también hechas por paraguayos.
    
  ✿ Nota: En la busqueda de fotografías o informacion, y en charlas con mi amigo Niko (sheiru rohaihu ha tory pape) ,me encontre muchas palabras de esta melodiosa lengua que es el guaraní, entre ellas me sorprendió el parecido de dos de ellas:   "MBORAIHU"  y "MBORIAHU" , que significan, amor y pobre, respectivamente, el parecido de estas palabras me lleva a pensar que con amor la humanidad podrá terminar con la pobreza que hay en el mundo.

                                                                                                               http://www.oei.es/divulgacioncientifica/entrevistas_079.htm
Share:

Leyenda Paraguaya del Ñandutí

 Ñandutí
Leyenda Paraguaya 

Leyenda Paraguaya del Ñandutí, leyendas, telaraña
  
Como el humo de las grandes quemazones, un techo bajo, de nubes negras cubría la aldea de los Guerreros del Sol. Las nubes se arrastraban enceguecidas por la fuerza de los vientos. Los habitantes de la tribu sabían que esa oscuridad era circunstancial y se preparaban para el próximo esplendor del Sol. Nadie estaba triste porque sabían que el  astro de oro volvería a brillar sobre sus cabezas alzándose con toda su fuerza. Nadie,excepto Ñandu Guasu, el hijo del jefe de "los grandes avestruces".
   Desencajado, se revuelve en su hamaca de fibras.
-¿Cuánto tiempo lleva así?, ¿Cuánto tiempo lleva su madre intentando hechizos para librarlo de aquel tormento?.

-¡Oh, Sapuru, hermosa ninfa indígena, abandona esta tierra y nunca vuelvas!, piensa para sí la madre de Ñandu Guasu, viendo a su hijo sufrir por el amor no correspondido.
Sapuru desafía al Sol.

   Paradoja: Sapuru envía su mensaje de esperanza montado en las nubes y en el viento.

   "Sapuru se quiere casar y se lo ha dicho a sus padres", dijo la machu con tono malicioso al oído de Ñandu Guasu. De inmediato el guerrero está en pie escuchando lo que la vieja viene a decirle. "Sapuru se casará con el hombre que le haga el más raro y valioso presente". La machu hizo una pausa para palpar con sus ojos sesgados las reacciones de Ñandu Guasu. "Claro que será muy difícil superar los que ya ha recibido –agregó la machu– aunque dicen que el regalo que trae Jasy Ñemoñare es más hermoso y raro todavía. Trae collares, pendientes y brazaletes de un metal raro, blanco y brillante, y dicen que lo ha sacado de la luna misma una noche en que ascendió hasta allí con su magia de descendiente directo de la reina de la noche".

   Ñandu Guasu la escucha y se siente demolido por la evidencia verbal de la vieja.
   Ñandu Guasu piensa en la muerte. En su muerte.

   Canta el kogohé y Ñandu Guasu huye de la vieja, del canto y de la muerte. Corre por el bosque el joven guerrero. Corre con sus piernas de acero. Corre ahuyentando a las nubes negras, al canto maléfico, a los augurios de la vieja machu, al viento que retuerce el cielo. Trepa a los árboles, los traspasa. Cruza los manantiales y sobre todas las cosas va extendiendo con furia la furia del Sol. Todo se ilumina a su paso. Corre haciendo el día hasta que cae la noche. Ahora, Ñandu Guasu, con paso reposado, recorre el monte que ha hecho suyo durante el día. Presiente el hallazgo, lo huele en el aire. Es un perfume finísimo, casi imperceptible. Una sonrisa se dibuja en su rostro de hombre. Ha llegado junto al árbol muerto. El árbol que el rayo de los cielos ha destruido con su fuego. Ñandu Guasu acaricia el tronco muerto y en el lugar que ha tocado nace un brote pequeño y verde. Ñandu Guasu levanta la mirada advirtiendo la presencia viva de la más encantadora obra de la naturaleza que jamás había visto. Un tejido blanco y brillante, empapado en rocío, lleno de reflejos, hecho con dibujos de una perfección celestial. Un manto nacido para Sapuru. Sin dudas un regalo insuperable.

    De pronto, de entre el follaje, surge la figura de Jasy Ñemoñare. El también quiere a Sapuru. Ñandu Guasu no tiene armas pero lo enfrenta. Un duelo por amor. Por el amor de Sapuru. Rodeos. Fieras miradas. Ruedan los contrincantes. La luna los mira. Una piedra, una herida mortal, la sangre corre y la luna llora porque su hijo ha muerto. Jasy Ñemoñare yace bajo la luz de la luna.

    Ahora Ñandu Guasu trepa hacia las ramas que sostienen el codiciado manto. Su rostro iluminado por la certeza de tener a Sapuru para siempre. El joven alarga sus manos y el finísimo tejido se deshace en una baba pegajosa e informe. Es un hechizo. Es una quimera. Es un imposible. Jamás podré tener entre mis brazos a la bella Sapuru, se lamenta en sus pensamientos Ñandu Guasu y lágrimas de rabia ruedan por su rostro. De un salto está en el suelo y corre rumbo a su aldea. Corre con sus piernas de acero. Corre cubriendo la luz lunar con un manto negro que todo lo ensombrece. Corre ahuyentando a los hechizos, a la muerte y a la fría luz de la luna. Corre haciendo la noche con su llanto hasta que nace el día. Ahora Ñandu Guasu se revuelve en su hamaca. Sueños terribles agitan su espíritu. Habla en lenguas extrañas mientras duerme. Grita. Su madre, acongojada lo despierta. Lo saca del infierno. Ñandu Guasu calla. No cuenta su travesía por el monte. Se lo ve con el semblante ensombrecido por la pena y por la rabia. El sol ya está en lo alto cuando el joven decide sincerarse con su madre. Se sientan juntos, a orillas del río, y con la mirada perdida relata lo sucedido: la travesía, el claro en el monte, la muerte de Jasy Ñemoñare, la joya de aquel tejido, la desazón final.

   La madre se levanta y simplemente dice: "Llévame a ese lugar". El joven la mira, primero sorprendido y luego con una sonrisa esperanzadora. "Confía en mi", dice la madre, y parten. No corren por el monte, lo sobrevuelan con la fuerza del amor.
   Ahora están en el sitio del hallazgo. La madre observa el cuerpo de Jasy Ñemoñaré cubierto de insectos y luego dirige su mirada a la maravilla del tejido allá en lo alto. La fuerza del sol parece haberle dado más vida, más brillo, más luz. La madre observa con detenimiento, no se arriesga a tocar la tela, sabe que el mínimo roce la destruirá. Se limita a mirar el constante movimiento del pequeño animal. Sus idas y vueltas. Su colgarse y descolgarse continuo, casi sin pausas.

    Ñandu Guasu se ha dormido. Sobre una rama repone las fuerzas que ha gastado durante la noche. La madre aprende la urdimbre del tejido maravilloso. Sigue los pasos de la araña. La madre comienza a tejer un manto hecho a imagen y semejanza del que tiene ante sus ojos. Lo teje con sus propias canas. Lo teje con amor. Lo teje sabiendo que hará feliz a su hijo. Cuando Ñandu Guasu despierta, su madre descubre ante sus ojos el tejido que ha hecho con sus canas. El joven sorprendido mira la obra de su madre y mira el tejido prendido de las ramas: son idénticos. Con temor el joven toma entre sus manos la suavísima urdimbre. La madre cuenta cómo lo ha hecho y el hijo con su natural ingenio, le dice: "lo llamaremos ñandu ati".

   "Ve y entrega esta ofrenda a Sapuru" dice la madre.

    Los descendientes de Ñandu Guasu y Sapuru continuaron tejiendo aquel delicado encaje que hoy conocemos como ñanduti, homenaje eterno al talento y sabiduría de la madre de Ñandu Guasu, y nombraron a las arañas, tejedoras naturales y primigenias de aquella maravilla, con el nombre de ñandu con el que hoy las conocemos en el idioma guaraní.
Share:

martes, 6 de julio de 2010

Festividad de las estrellas.

Festividad de las estrellas, Tradiciones y leyendas, Japón
Tanabata o Festividad de las estrellas derivada de la tradición china Qi xi.
    La fiesta celebra el encuentro entre Orihime (Vega) y Hikoboshi (Altair). La Vía láctea, un río hecho de estrellas que cruza el cielo, separa a estos amantes, y sólo se les permite verse una vez al año, el séptimo día del séptimo mes lunar del calendario lunisolar. Ya que las estrellas sólo aparecen de noche, la celebración suele ser nocturna

      Al igual que Qi xi, Tanabata se inspira en el famoso cuento asiático de la princesa y el pastor.

      Orihime (織姫 Princesa Tejedora?) era la hija de Tentei (天帝 Rey Celestial?). Orihime tejía telas espléndidas a orillas de la Vía Láctea (天の川 Amanogawa?). A su padre le encantaban sus telas, y ella trabajaba duro día tras día para tenerlas listas. Pero algo aflijía a la princesa, porque a causa de su trabajo nunca podía conocer a alguien de quien enamorarse. Preocupada por su hija, Tentei concertó un encuentro entre ella y Hikoboshi (彦星 Pastor de las Estrellas?), quien vivía al otro lado del río Amanogawa. Cuando los dos se conocieron, se enamoraron al instante el uno del otro, y poco después se casaron. Sin embargo, una vez casados Orihime descuidó sus tareas y dejó de tejer para Tentei, al tiempo que Hikoboshi descuidó su rebaño y dejó que las estrellas se desperdigaran por el Cielo. Furioso, Tentei separó a los amantes, uno a cada lado del Amanogawa, prohibiendo que se vieran. Orihime sintió la pérdida de su marido, y le pidió a su padre el poder verse una vez más. Tentei, conmovido por las lágrimas de su hija, permitió que los amantes se vieran el séptimo día del séptimo mes, siempre que Orihime tuviera terminado su trabajo. Sin embargo, la primera vez que intentaron verse se dieron cuenta de que no podían cruzar el río, dado que no había puente alguno. Orihime lloró tanto que una bandada de urracas vino en su ayuda y le prometieron que harían un puente con sus alas para que pudiera cruzar el río. Si un año ese día está lloviendo, las urracas no pueden venir y los dos amantes tienen que esperar hasta el año siguiente.
      La fiesta se origina a partir del "Festival para la súplica de habilidades", nombre alternativo del Qi xi, que se celebraba en China y que fue adoptado en Japón en el palacio imperial de Kioto durante la era Heian. El festival se extendió al público en general a principios de la era Edo, mezclándose con otras fiestas como el Bon Odori, ya que dicha fiesta se celebraba por entonces el día 15 del séptimo mes. Así se originó el festival de Tanabata moderno. Durante la era Edo, las chicas pedían tener mejores habilidades en la costura y la artesanía, y los chicos pedían tener mejor caligrafía a base de escribir deseos en hojas de papel. En esta misma época la costumbre era usar el rocío cogido en hojas de taro para crear la tinta usada para escribir dichos deseos. Hoy en día, el Bon Odori se celebra el 15 de agosto del calendario solar, más cerca de su fecha original en el calendario lunar, pero más separado de la festividad de Tanabata.
      El nombre "Tanabata" se basa remotamente en la lectura japonesa de los caracteres chinos 七夕, que se solían leer como "shichiseki". Se cree que existía por la misma época una celebración de purificación shinto, en la cual un miko tejía un trozo de tela especial llamado Tanabata (棚機 (たなばた) Tanabata?) y lo ofrecía a dios para rezar pidiendo protección para los campos de arroz contra las lluvias y las tormentas, y para una buena cosecha en otoño. Gradualmente, esta ceremonia se mezcló con el festival para la súplica de habilidades y se convirtió en Tanabata (七夕 Tanabata?). Es extraño que los caracteres chinos 七夕 y la lectura "Tanabata" para los mismos caracteres en japonés se unieran para significar el mismo festival, aunque originalmente representaban dos cosas distintas.
       Hoy en día en Japón la gente suele celebrar este día escribiendo deseos, algunas veces en forma de poemas, en pequeños trozos de papel o tanzaku (短冊 tanzaku?), y colgándolos de las ramas de árboles de bambú, a veces junto con otras decoraciones. El bambú y las decoraciones a menudo se colocan a flote sobre un río o se queman tras el festival, sobre la medianoche o al día siguiente. Esta costumbre se asemeja a la costumbre de los barcos de papel y velas del Bon Odori. Sin embargo, muchas zonas de Japón tienen sus propias costumbres para ese día, la mayoría relacionadas con costumbres locales para el mencionado Bon Odori. También existe una canción tradicional de Tanabata:
Sasa no ha sara-sara                      Las hojas de Bambú susurran
nokiba ni yureru.                            Meciéndose en el alero del cielo
Ohoshi-sama kirakira,                    las estrellas brillan
kingin sunago.                                En los granos de arena dorados y plateados
Goshiki no tanzaku,                        las tiras de papel de cinco colores
watashi ga kaita.                             Ya las he escrito.
Ohoshi-sama kirakira,                     Las estrellas brillan
sora kara miteiru.                            Nos miran desde el cielo




Share: