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miércoles, 28 de septiembre de 2011

Una del montón...



       Wislawa Szymborska
(1923)
  La escritora y poeta polaca nació en Bnin, que hoy forma parte de Kórnik, cerca de la ciudad de Poznań. Su familia se trasladó en 1931 a Cracovia, y va a ser en esta ciudad donde curse sus estudios y de la que aún es residente.
Ha escrito varios libros de poesía así como prosas llenas de humor y agudeza. El Premio Nobel en 1996 hizo que fuese al fin conocida en Occidente. Ha sido ya muy difundida en castellano y en catalán.


 Una del Montón
Soy la que soy.
Casualidad inconcebible
como todas las casualidades.

Otros antepasados
podrían haber sido los míos
y yo habría abandonado
otro nido,
o me habría arrastrado cubierta de escamas
de debajo de algún árbol.
       
En el vestuario de la naturaleza
hay muchos trajes.
Traje de araña, de gaviota, de ratón de monte.
Cada uno, como hecho a la medida,
se lleva dócilmente
hasta que se hace tiras.
       
Yo tampoco he elegido,
pero no me quejo.
Pude haber sido alguien
mucho menos individuo.
Parte de un banco de peces, de un hormiguero, de un enjambre,
partícula del paisaje sacudida por el viento.


Alguien mucho menos feliz,
criado para un abrigo de pieles
o para una mesa navideña,
algo que se mueve bajo un cristal de microscopio.
       
Árbol clavado en la tierra,
al que se aproxima un incendio.

Hierba arrollada
por el correr de incomprensibles sucesos.
       
Un tipo de mala estrella
que para algunos brilla.

¿Y si despertara miedo en la gente,
o sólo asco,
o sólo compasión?
       
¿Y si hubiera nacido
no en la tribu debida
y se cerraran ante mí los caminos?
       El destino, hasta ahora,
ha sido benévolo conmigo.

Pudo no haberme sido dado
recordar buenos momentos.
       
Se me pudo haber privado
de la tendencia a comparar.

       Pude haber sido yo misma, pero sin que me      sorprendiera,
lo que habría significado
ser alguien completamente diferente.


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sábado, 24 de septiembre de 2011

Ocaso Sentimental




Plazuela del Alamillo; 
!Cuanto te recuerdo yo, 
con tus floridas ventanas 
todas doradas de sol! 
Aún existe la casita 
del anchuroso portón, 
con su escudo en la fachada 
y el alegre mirador; 
Flores, lo mismo que entonces 
y el mismo rayo de sol, 
y otros novios que se dicen 
dulces tonadas de amor. 
En la moruna plazuela 
sólo faltamos tu y yo. 

Con el vaiven de los años 
la vida nos separó. 
Dios sabe en donde tu cuidas 
a los hijos de otro amor. 
Yo sigo tejiendo sueños, 
araña de mi rincon, 
y si me miro al espejo 
parece que no soy yo. 
Desde entonces !Cuantas sombras 
cayeron sobre los dos! 
Sólo nuestra vieja plaza 
sigue dorada de sol; 
mas yo no rondo tu calle, 
ni tu estás en el mirador. 

Novia a quien no besé nunca, 
el azar nos separó, 
!Toda vestida de blanco 
te guardo en mi corazón! 
¿Qué habrá hecho con tu belleza 
este tiempo que pasó? 
¿Tendrá la misma dulzura 
la música de tu voz? 
!Veinte años que no nos vemos, 
y acaso sea mejor 
que no veas mi crepúsculo 
ni tu ocaso vea yo! 
Novia mía: !Cuando paso 
por nuestro antiguo rincón, 
el gris que hay en mis cabellos 
me duele en el corazón!

Emilio Carrere 
Madrid,1881-1947

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viernes, 23 de septiembre de 2011

Eternidad


En mi jardín  hay rosas: 
Yo no te quiero dar 
las rosas que mañana... 
Mañana no tendrás 

En mi jardín hay pajaros 
con cantos de cristal: 
No te los doy, que tienen 
alas para volar... 

En mi jardín abejas 
labran fino panal: 
!Dulzura de un minuto... 
no te la quiero dar! 

Para ti lo infinito 
o nada; lo inmortal 
o esta muda tristeza 
que no comprenderas... 

La tristeza sin nombre 
de no tener que dar 
a quien lleva en la frente 
algo de eternidad... 

Deja, deja el jardín... 
no toques el rosal: 
Las cosas que se mueren 
no se deben tocar. 

Dulce María Loynaz, La Habana 
(Cuba), 1902-1997
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jueves, 22 de septiembre de 2011

En los bosques de Pensilvania



Cuando un árbol gigante se suicida,
harto de estar ya seco y no dar pájaros,
sin esperar al hombre que le tale,
sin esperar al viento,
lanza su última música sin hojas
-sinfónica explosión donde hubo nidos-,
crujen todos sus huecos de madera,
caen dos gotas de savia todavía
cuando estalla su tallo en el aire,
ruedan sus toneladas por el monte,
lloran los lobos y los ciervos tiemblan,
van a su encuentro las ardillas todas,
presintiendo que es algo de belleza que muere.
Gloria Fuertes.


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miércoles, 21 de septiembre de 2011

Te voy a contar un secreto...


La oscuridad no es mala
no te debes asustar.

Es luz con los ojos cerrados,
es tu voz antes de sonar,
es al aire antes de soplar,
es la pelota en la panza de mamá.

Es un momento antes de despertar,
es un momento antes de dormir,
es cuando el sol se despide, 
es cuando la luna saluda.

Es cuando sin querer
tienes miedo...
la oscuridad es tu amiga
no te debes asustar.
En ella verás todo 
lo que quieras imaginar
...es mi secreto a nadie se lo doy.
Selma Carmona
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miércoles, 3 de agosto de 2011

Como decir amor...



Cómo decir, amor, en qué momento
te rompes dulcemente entre las manos,
sin quejas, sin recuerdos, sin arcanos
y tal vez sin temor ni sufrimiento.

Cómo volver a amar, qué sentimiento
de elementos divinos o profanos
puede reverdecer entre desganos,
en la etapa final del desaliento.

Pregunta al corazón por qué no cree,
pregúntale al mirar qué cosas lee,
pregunta al labio cruel por qué no besa,
y te dirán, sin duda, su fatiga
del amor fiel o la pasión mendiga,
su falta de esperanza o de sorpresa.
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Tu duermes, ya lo se...


Tú duermes, ya lo sé.
Te estoy velando.
No importa que estés lejos,
que no escuche
tu cadencia en la sombra;
no importa que no pueda
pasar mi mano sobre tu cabeza,
tus sienes y tus hombros.

Yo estoy velando, siempre.
No importa que no pueda acurrucarme
para que tú me envuelvas sin saberlo,
para que tú me abraces sin sentirlo,
para que me retengas
mientras yo tiemblo y digo simplemente
palabras que no escuchas.

Yo puedo estar tan lejos
pero sigo velando cuando duermes.

Julia Prilutzky


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domingo, 24 de julio de 2011

Poema del Olvido


Viendo pasar las nubes fue pasando la vida,
y tú, como una nube, pasaste por mi hastío.
Y se unieron entonces tu corazón y el mío,
como se van uniendo los bordes de una herida.

Los últimos ensueños y las primeras canas
entristecen de sombra todas las cosas bellas;
y hoy tu vida y mi vida son como estrellas,
pues pueden verse juntas, estando tan lejanas...

Yo bien sé que el olvido, como un agua maldita,
nos da una sed más honda que la sed que nos quita,
pero estoy tan seguro de poder olvidar...

Y miraré las nubes sin pensar que te quiero,
con el hábito sordo de un viejo marinero
que aún siente, en tierra firme, la ondulación del mar.
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viernes, 13 de mayo de 2011

Si me quieres...

Quiéreme entera
Dulce María Loynaz

(1902-1997)

Quiéreme entera Dulce María Loynaz mujer acostada


Si me quieres, quiéreme entera,
no por zonas de luz o sombra...
Si me quieres, quiéreme negra
y blanca. Y gris, y verde, y rubia,
quiéreme día,
quiéreme noche...
¡Y madrugada en la ventana abierta!

Si me quieres, no me recortes:
¡Quiéreme toda... o no me quieras! 
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miércoles, 22 de diciembre de 2010

Me llamo barro.

Me llamo barro. Miguel Hernandez, poemas

Miguel Hernández

(Orihuela, Alicante 1910. Alicante 1942)

“Me llamo barro, aunque Miguel me llame”, pertenece al poema número quince de su obra publicada el 24 de enero de 1936, El rayo que no cesa.


Me llamo barro aunque Miguel me llame.
Barro es mi profesión y mi destino
que mancha con su lengua cuanto lame.

Soy un triste instrumento del camino.
Soy una lengua dulcemente infame
a los pies que idolatro desplegada.

Como un nocturno buey de agua y barbecho
que quiere ser criatura idolatrada,
embisto a tus zapatos y a sus alrededores,
y hecho de alfombras y de besos hecho
tu talón que me injuria beso y siembro de flores.

Coloco relicarios de mi especie
a tu talón mordiente, a tu pisada,
y siempre a tu pisada me adelanto
para que tu impasible pie desprecie
todo el amor que hacia tu pie levanto.

Más mojado que el rostro de mi llanto,
cuando el vidrio lanar del hielo bala,
cuando el invierno tu ventana cierra
bajo a tus pies un gavilán de ala,
de ala manchada y corazón de tierra

Bajo a tus pies un ramo derretido
de humilde miel pataleada y sola,
un despreciado corazón caído
en forma de alga y en figura de ola.

Barro en vano me invisto de amapola,
barro en vano vertiendo voy mis brazos,
barro en vano te muerdo los talones,
dándole a malheridos aletazos
sapos como convulsos corazones.

Apenas si me pisas, si me pones
la imagen de tu huella sobre encima,
se despedaza y rompe la armadura
de arrope bipartido que me ciñe la boca
en carne viva y pura,
pidiéndote a pedazos que la oprima
siempre tu pie de liebre libre y loca.

Su taciturna nata se arracima,
los sollozos agitan su arboleda
de lana cerebral bajo tu paso.
Y pasas, y se queda
incendiando su cera de invierno ante el ocaso,
mártir, alhaja y pasto de la rueda.

Harto de someterse a los puñales
circulantes del carro y la pezuña,
teme del barro un parto de animales
de corrosiva piel y vengativa uña.

Teme que el barro crezca en un momento,
teme que crezca y suba y cubra tierna,
tierna y celosamente
tu tobillo de junco, mi tormento,
teme que inunde el nardo de tu pierna
y crezca más y ascienda hasta tu frente.

Teme que se levante huracanado
del bando territorio del invierno
y estalle y truene y caiga diluviado
sobre tu sangre duramente tierno.

Teme un asalto de ofendida espuma
y teme un amoroso cataclismo.


Antes que la sequía lo consuma
el barro ha de volverte de lo mismo.








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viernes, 3 de septiembre de 2010

Amado Nervo

Amado Nervo

Amado Nervo Breve Biografía
 (México 1870- Uruguay 1919) 
Juan Crisóstomo Ruiz de Nervo, poeta y prosista mexicano.
   La mejor manea de conocer a Amado Nervo es leer sobre el en sus propias palabras breves autobiografías escritas en España. Dice en una de ellas: "Nací en Tepic, pequeña ciudad de la costa del Pacífico, el 27 de agosto de 1870. Mi apellido es Ruiz de Nervo; mi padre lo modíficó, encogiéndolo.

   Se llamaba Amado y me dio su nombre. Resulté, pues, Amado Nervo, y, esto que parecía seudónimo -así lo creyeron muchos en América-, y que en todo caso era raro, me valió quizá no poco para mi fortuna
literaria. ¡Quién sabe cuál habría sido mi suerte con el Ruiz de Nervo ancestral, o si me hubiera llamado Pérez y Pérez".

  En su otra confesión autobiográfica, casi desconocida, dice más aún: "Soy descendiente de una vieja familia española que se estableció en San Blas a principios del siglo pasado. Hice mi instrucción primaria en las modestas escuelas de mi ciudad natal; muerto mi padre cuando yo tenía nueve años, mi madre me envió a
un Colegio de Padres Romanos, al de Jacona, en Michoacán, que entonces gozaba de cierta fama. En este colegio y después en el seminario de Zamora, Michoacán, hice mis estudios preparatorios, empezando, naturalmente, por el latín. Quise seguir la carrera de abogado y estudié dos años, pero el quebrantamiento rápido de la herencia paterna me obligó a volver a Tepic a ponerme al frente de lo poco que nos quedaba y a trabajar para ayudar a mi familia, que era numerosa. Después, buscando mejor destino, marché a Mazatlán, donde escribí en el Correo de la Tarde mis primeros artículos. Más tarde me dirigí a la Capital (en 1894) y ahí con los esfuerzos y penalidades consiguientes, logré abrirmecamino".
Con frecuencia se refieren sus biógrafos a estas penalidades, entre las que mencionan que tuvo que lucrar el pan de "estanquillero" y hasta de "tablajero" en el Rastro, y quizás a ello alude el mismo Nervo cuandoasegura que el escritor "vive regularmente o de un empleo, o de algo más prosaico; a veces es tendero, a veces carnicero, a veces "coyote" y a veces, muy raras... negociante en grande". Mayores aún fueron sus penas morales, como la pérdida de su hermano Luis -comerciante ocasional y asimismo poeta-,
quien, sin la fortaleza de Amado, desertó de la vida en plena lucha. Años después consignará en sus Apuntes para un libro que no escribirénunca, estas palabras: "Yo he visto el rayo verde, que trae ventura. Lo vimos en una playa mazatleca mi hermano y yo, una tarde de julio. Mi hermano se suicidó y yo... etcétera".
Escribió en EL Mundo Ilustrado, El Nacional, El Mundo, EL Imparcial y en las mejores revistas literarias. Fue copiosa su producción y variada: cuentos, semblanzas, artículos humorísticos, reseñas teatrales, crítica de libros, artículos dialogados, crónicas, etc. Y, además, muchos versos. Los que leyó ante el sepulcro de Manuel Gutiérrez Nájera, en el primer aniversario de su muerte, merecieron el aplauso unánime de los poetas y señalaron el punto de partida de su ascensión lírica.Pero, en realidad, su nombre comenzó a difundirse en 1895 con la publicación de su primer libro, que no fue una colección poética,
sino una novela corta: El Bachiller. "Por lo audaz e imprevisto de su forma -dice Nervo-, y especialmente de su desenlace, ocasionó en América tal escándalo, que me sirvió grandemente para que me conocieran". Juzgada a la distancia de los años, queda como una buena obra inicial que refleja mucho del ambiente zamorano y de sus propias vivencias de seminarista.Místicas fue su primer libro de versos publicado (1898), si bienno el primero que escribió, pues tal prioridad corresponde a Perlas Negras -obra de adolescencia- que salió a luz en el mismo año. Místicas le situó desde luego entre los poetas jóvenes de más claro porvenir: allí aparecía diferente a los demás y sin competidores en la poesía religiosa, que en este libro sonaba de una manera insólita y refinada.
 
 Después de El Bachiller publicó su atrayente narración fantasista titulada El Donador de Almas. Ambas novelitas, juntas con Pascual Aguilera -obra primeriza- formaron el volumen impreso en Barcelona con el título de Otras Vidas. En esta época comienza a manifestar sus conocimientos astronómicos en que fue iniciado por Luis G. León. En 1899 se representó en el Teatro Principal una zarzuela suya, Consuelo, con la que pretendía ensayarse en otro género literario y trabajar por al advenimiento de un arte racional. No insistió en estos propósitos.

   Como todos los poetas finiseculares, amaba a París y pudo conocerlo en 1900. Fue enviado como corresponsal de El Mundo; pero, no obstante que Nervo cumplía eficazmente con su encargo y de que a los lectores les parecían muy bellas sus correspondencias –"de México me dicen que dicen que se ha desàrrollado mucho mi talento en París"-, pronto fue despedido en forma inopinada por el gerente de la empresa. Y volvió a encontrarse con la pobreza, pero también se encontró con el amor; con el grande amor "para toda la vida"; es decir, con Ana Cecilia Luisa Dailliez, la dulce mujer que fue su compañera durante más de diez años- "encontrada en el camino de la vida el 31 de agosto de 1901. Perdida (¿para siempre?), el 7 de enero de 1912"- y cuya muerte le causó "la amputación más dolorosa de sí mismo". Fruto de este dolor fue un libro de versos muy leído: La Amada Inmóvil.

    En París conoció a Verlaine, a Moreas, a Wilde, etc., y fue amigo de los escritores y poetas hispanoamericanos que residían o pasaban por aquella Lutecia que tanto encandiló a la generación de los modernistas.
Allí selló su amistad con Rubén Darío; amistad sin quebrantos ni recelos, excepcional entre los grandes artistas y justamente calificadade ejemplar. En París publicó la versión francesa de El Bachiller -con el título de Orígene- y una obra poética, Poemas, que había de extender su celebridad en los países de habla española. Uno de estos poemas, La Hermana Agua, cuenta entre sus mayores aciertos.
   Ya de regreso en México (1902), publicó su bello libro de prosa y verso llamado El Exodo y Las Flores del Camino y colaboró asiduamenteen la Revista Moderna, compartiendo después su dirección con Jesús
E. Valenzuela. En el mismo año publicó Lira Heroica. Merced a los sufragios del grupo modernista, en 1903 alcanzó el triunfo de primacía entre los poetas mexicanos. De 1902 a 1905 trabajó nuevamente en El Mundo, El Imparcial y El Mundo Ilustrado.
  Sacó a luz otro libro de versos: Los Jardines Interiores, que es el mismo que había comenzado a preparar con el título de Savia Enferma. En esa misma época obtuvo, por oposición, el cargo de profesor de lengua castellana en la Escuela Nacional Preparatoria.En 1905 ingresó en el servicio diplomático con la categoría de segundosecretario adscrito a la Legación de México en Madrid. De allá enviabasus correspondencias a su periódico, El Mando, y a la vez escribía jugosos informes sobre lengua y literatura para el Boletín de la
Secretaría de Instrucción Pública. Más tarde colaboró en periódicos de Buenos Aires y La Habana. En España escribió muchos de sus mejores libros, entre los cuales descuellan En Voz Baja, Juana de Asbaje,
Serenidad, La Amada Inmóvil, Elevación y Plenitud.
  En I9I4, con motivo de los sucesos políticos de nuestro país, cesó en su cargo de primer secretario y volvió una vez más a su bien amadapobreza. El cariño que había sembrado inspiró a sus amigos españoles la idea de solicitar de las Cortes una pensión para el poeta; pero éste, con el decoro propio de su carácter, se apresuró a declinarla gentilmente. Más tarde fue restituido en su puesto por el Gobierno de México y, en I918, llamado para conferirle un nuevo cargo. Con credenciales de Ministro Plenipotenciario y Enviado Plenipotenciario ante los Gobiernos de Argentina y Uruguay, partió de México a principios de 1919. Fue recibido en ambos países con insólitas muestras de admiración y afecto.
    Minado por sus males, tuvo fuerzas, sin embargo, para amar una vez más; en Buenos Aires encontró -dice Alfonso Méndez Plancarte- "su último amor humano, todo cándida limpidez y hecho por partes iguales de admiración, piedad y ternura". Murió en Montevideo el 24 de mayo de 1919. Su retorno a la patria y sus funerales constituyeron una verdadera apoteosis. Yacen sus restos en la Rotonda de los Hombres Ilustres.
  Tópico muy repetido por Amado Nervo en sus diversas páginas autobiográficas, fue el de que carecía de historia. En 1895 escribía: "Semejante al rey del cuento de Juan de Dios Peza, soy un hombre a quien jamás le sucedió cosa alguna". En su breve autobiografía de 1906, insistía: "Mi vida ha sido muy poco interesante: como los pueblos felices y las mujeres honradas, yo no tengo historia", palabras que después puso en sílabas contadas: ¿Versos autobiográficos? Ahí están mis canciones, allí están mis poemas: yo, como las naciones
venturosas, y a ejemplo de la mujer honrada, no tengo historia: nunca me ha sucedido nada.

 No obstante la afirmación, en su vida se entretejieron armoniosamente los sucesos dignos de mención, ya adversos, ya venturosos. Escribió muchos libros; fue combatido, pero a la vez amado y ensalzado; fue afortunado capitán en las filas del movimiento literario más importante que ha tenido América. Por el camino de la sinceridad, de la sencillez y del trabajo silencioso.
  
    Sus poemas tienen la sencillez y la claridad que distinguen al movimiento, pero sobretodo a la exquisita sensibilidad de su alma.


Amado Nervo En paz, Incoherencias
EN PAZ
Muy cerca de mi ocaso, yo te bendigo, vida,
porque nunca me diste ni esperanza fallida,
ni trabajos injustos, ni pena inmerecida;
porque veo al final de mi rudo camino
que yo fui el arquitecto de mi propio destino;
que si extraje la miel o la hiel de las cosas,
fue porque en ellas puse hiel o mieles sabrosas:
cuando planté rosales, coseché siempre rosas.
…Cierto, a mis lozanías va a seguir el invierno:
¡mas tú no me dijiste que mayo fuese eterno!
Hallé sin duda largas noches de mis penas;
mas no me prometiste tú sólo noches buenas;
y en cambio tuve algunas santamente serenas…
Amé, fui amado, el sol acarició mi faz.
¡Vida, nada me debes! ¡Vida, estamos en paz!



INCOHERENCIAS
Para José I. Bandera

Yo tuve un ideal, ¿en dónde se halla?
Albergué una virtud, ¿por qué se ha ido?
Fui templado, ¿do está mi recia malla?
¿En qué campo sangriento de batalla
me dejaron asi, triste y vencido?

¡Oh, Progreso, eres luz! ¿Por qué no llena
tu fulgor mi conciencia? Tengo miedo
a la duda terrible que envenena,
y que miras rodar sobre la arena
¡y, cual hosca vestal, bajas el dedo!

¡Oh, siglo decadente, que te jactas
de poseer la verdad!, tú que haces gala
de que con Dios, y con la muerte pactas,
devuélveme mi fe, yo soy un Chactas
que acaricia el cadáver de su Atala...

Amaba y me decías: ,
y murió mi pasión; luchaba fiero
con Jesús por coraza, triza a triza,
el filo penetrante de tu acero.

¡Tengo sed de saber y no me enseñas;
tengo sed de avanzar y no me ayudas;
tengo sed de creer y me despeñas
en el mar de teorías en que sueñas
hallar las soluciones de tus dudas!

Y caigo, bien lo ves, y ya no puedo
batallar sin amor, sin fe serena
que ilumine mi ruta, y tengo miedo...
¡Acógeme, por Dios! Levanta el dedo,
vestal, ¡que no me maten en la arena!











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domingo, 20 de junio de 2010

Mi padre: Juan de Dios Peza | Poemas

Mi padre: Juan de Dios Peza | poema
MI PADRE
Juan de Dios Peza

Yo tengo en el hogar un soberano
único a quien venera el alma mía;
es su corona de cabello cano,
la honra es su ley y la virtud su guía.

En lentas horas de miseria y duelo,
lleno de firme y varonil constancia,
guarda la fe con que me habló del cielo
en las horas primeras de mi infancia.


La amarga proscripción y la tristeza
en su alma abrieron incurable herida;
es un anciano, y lleva en su cabeza
el polvo del camino de la vida.

Ve del mundo las fieras tempestades,
de la suerte las horas desgraciadas,
y pasa, como Cristo el Tiberíades,
de pie sobre las horas encrespadas.


Seca su llanto, calla sus dolores,
y sólo en el deber sus ojos fijos,
recoge espinas y derrama flores
sobre la senda que trazó a sus hijos.


Me ha dicho: «A quien es bueno, la amargura
jamás en llanto sus mejillas moja:
en el mundo la flor de la ventura
al más ligero soplo se deshoja.

»Haz el bien sin temer el sacrificio,
el hombre ha de luchar sereno y fuerte,
y halla quien odia la maldad y el vicio
un tálamo de rosas en la muerte.

»Si eres pobre, confórmate y sé bueno;
si eres rico, protege al desgraciado,
y lo mismo en tu hogar que en el ajeno
guarda tu honor para vivir honrado.

»Ama la libertad, libre es el hombre
y su juez más severo es la conciencia;
tanto como tu honor guarda tu nombre,
pues mi nombre y mi honor forman tu herencia.»


Este código augusto, en mi alma pudo,
desde que lo escuché quedar grabado;
en todas las tormentas fue mi escudo,
de todas las borrascas me ha salvado.

Mi padre tiene en su mirar sereno
reflejo fiel de su conciencia honrada;
Cuánto consejo cariñoso y bueno
sorprendo en el fulgor de su mirada!

La nobleza del alma es su nobleza,
la gloria del deber forma su gloria;
es pobre, pero encierra su pobreza
la página más grande de su historia.

Siendo el culto de mi alma su cariño,
la suerte quiso que al honrar su nombre,
fuera el amor que me inspiró de niño
la más sagrada inspiración del hombre.

Quisiera el cielo que el canto que me inspira
siempre sus ojos con amor lo vean,
y de todos los versos de mi lira
estos dignos de su nombre sean.

  
¡¡Papito te amo!!

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sábado, 29 de mayo de 2010

Soy - poema

 Soy
Autor: Gloria Young 
Soy  Gloria Young - poema , mujer, agua
   
Después de pensarlo un tiempo, y ser visitante asidua de varias paginas, me decidí a registrar un blog, me sentía insegura pensando si tendría algo que compartir, y por fin tome la decisión y aquí estoy borrando una y otra vez lo que voy escribiendo...   "Blog" significa "bitácora" , sé que no descubro el hilo negro pero me hace pensar que esta "bitácora" se irá llenando de a poco con las experiencias que aún me quedan en este delicioso y emocionante viaje que es la vida; o lo que me vaya encontrando en el navegar por la web, o mejor aun lo que pueda compartir de mi mundo interior cuando, aislada un poco del mundo, pueda navegar mar adentro...

   Aquí les dejo este poema, que he hecho mío desde que lo leí por vez primera hace ya varios años y donde encuentro en cada palabra una definición de "ser" mujer.  
Soy
Gloria Young
 Soy recinto
de todas las palabras colgadas en el viento
de la luz que atraviesa mi curva cordillera
de la canción del sueño
del mar con sus espumas
del alma desbocada al filo de una estrella
Soy voz
que no se esconde
que explora sus tejidos
que aúlla en el misterio de todos los silencios
que murmura a la vida
que acecha en la vigilia
que da vuelo a la risa venciendo la nostalgia.
Soy agua
de la lluvia
del mar
de la tormenta
y busco los tesoros
y lavo
las memorias
Soy mujer
de este siglo
escalando esperanzas
cabalgando corceles
de amor y de ternura
abriéndome los poros
al olor de las frutas
soltándome el cabello
surcando la dulzura
aquí
en la penumbra
de la
puesta del sol.

Gloria Young: Escritora Panameña, sus letras me conmueven hondamente, te invito a saber mas de ella
http://www.minitextos.org/2007/06/sobre-gloria-young-chizmaar.html 

                                                       
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