miércoles, 22 de septiembre de 2010

Cosmogonía Azteca [Dioses Aztecas]

Cosmogonía Azteca  [Dioses Aztecas]
 Antes de llegar los aztecas al valle del Anáhuac, ya existían antiguos cultos y diosas del sol que ellos adoptaron en su afán de adquirir una identidad. Al asimilarlos también cambiaron sus propios dioses, tratando de colocarlos al mismo nivel de los antiguos dioses del panteón nahuatl. De esta manera, elevaron sus dioses patronos, Huitzilopochtli y Coatlicue, al nivel de las antiguas deidades creadoras, como Tláloc, Quetzalcóatl y Tezcatlipoca.

  Dicho esto, existe un culto dominante sobre los demás dioses aztecas, el de su dios Sol, Huitzilopochtli. Los aztecas se consideraban como el pueblo elegido por el Sol, encargados de garantizar su recorrido por el cielo, alimentándolo. Este sentimiento fue reforzado por la reforma social y religiosa de Tlacaélel bajo el reino de los emperadores Itzcóatl, Moctezuma I y Axayácatl a mitad del siglo siglo XV. El mito de la creación del mundo de los aztecas expande esta idea.

   Las religiones prehispánicas se formaron a través de un lento evolucionar y asimilación de costumbres y dioses. Algunos dioses se asimilaron y mezclaron entre sí, otros cambiaron y se humanizaron, el resultado es que tenemos una infinidad de mitos, y leyendas a veces contradictorios, pues ninguno de ellos llegó a convertirse en dogma.

   Los dioses prehispánicos, no son tanto seres de poder ilimitado, sino muchas veces encarnaciones de las fuerzas de la naturaleza, con personalidad humana, por ellos muchos estudiosos prefieren traducir el concepto prehispanico de "Téotl" como señor, y no como dios.

   Los sabios nahuas o tlahtimines trataron de dar un poco de orden a esta multitud de dioses, así, tenemos en primer lugar a los dioses creadores, o Ipalnemohuani, ésta es una palabra nahua que significa "aquél por quien se vive" y dado que en náhuatl no existe el plural más que para los nombres de cosas, se ha especulado mucho sobre una posible tendencia monoteísta de los aztecas. Sin embargo sabemos que los dioses creadores eran en primer lugar, Ometéolt y Omecíhuatl, padre y madre de los dioses, Tezcatlipoca y Quetzalcóatl, creadores del mundo, Tláloc y Ehécatl proveedores de la lluvia y de la vida. Otros nombre que se le daban a estos dioses son Tloque Nahuaque ("El inventor de sí mismo" o "El señor del cerca y junto". La mayor parte de la poesía náhuatl que sobrevive, usa estos nombres para referirse a los dioses creadores, dando la apariencia de monoteísmo.
  Después estarían los dioses patronos, que eran los encargados de vigilar a cada pueblo. Según una antigua leyenda, cuando los grupos nahuas (las tribus nahuatlacas) salieron de Aztlan, cada una de ellas llevaba consigo su "bulto sagrado", que contenía las reliquias de su dios patrono. Huitzilopochtli era el dios patrono de los mexicas, pero ellos también respetaban los dioses de los otros pueblos. Junto al templo mayor construyeron un templo especial para los dioses patronos de todos los pueblos conquistados.
  Existían así mismo, dioses dedicados a cada profesión y aspecto de la vida. Xipe Tótec, dios del reverdecimiento fue adoptado como el dios de los plateros, Nanahuatzin, de las enfermedades de la piel, Tlazotéotl, diosa del amor físico y de las prostitutas, etc.
   También existían algunos dioses de origen familiar pero se sabe poco de ellos.
   La mayoría de estos dioses son anteriores a los aztecas o mexica, y son compartidos por los demás pueblos nahua.

Cosmogonia Mexica
    Los nahuas tenían varios mitos de la creación, resultado de la integración de distintas culturas. En uno de ellos, Tezcatlipoca y Quetzalcóatl se dan cuenta de que los dioses se sienten vacíos y necesitan compañía. Por ello necesitan crear la tierra. Existía solo un inmenso mar, donde vivía el monstruo de la tierra. Para atraerlo, Tezcatlipoca ofrece su pie como carnada y el monstruo sale y se lo come. Antes de que se pueda sumergir, los dos dioses lo toman, lo estiran para dar a la tierra su forma. Sus ojos se convierten en lagunas, sus lágrimas en ríos, sus orificios en cuevas. Después de eso, le dan el don de la vegetación para confortar su dolor. Y posteriormente se da a la tarea de crear a los primeros hombres.

   Según otro mito conocido como "La leyenda del quinto sol", en el principio, todo era negro, sin vida, muerto. Los Dioses se reunieron en Teotihuacan planteándose la cuestión de quién tendría la carga de crear al mundo, para lo cual uno de ellos se tendría que arrojar a una hoguera. Dos de ellos fueron seleccionados como víctimas para tal fin.

   Sin embargo el más fuerte y vigoroso, al momento de lanzarse a la hoguera, retrocede ante el fuego; por lo que el segundo, un pequeño dios, humilde y pobre, (usado como metáfora del pueblo azteca sobre sus orígenes), se lanza sin vacilar al fuego, convirtiéndose en el Sol. Al ver esto, el primer dios, sintiendo coraje, decide arrojarse a la hoguera, convirtiéndose en la Luna.
   Aun así, los dos astros siguen siendo inertes en el cielo y es indispensable alimentarlos para que se muevan. Entonces otros dioses deciden sacrificarse y dar el "agua preciosa" que es necesaria para crear la sangre. Por lo tanto, se obliga a los hombres a recrear eternamente el sacrificio divino original.

  Panteón azteca

Dioses
Ometéotl (también Citlatonac u Ometecuhtli (masculino) y Omecíhuatl (femenino)): el/los dios/es de la dualidad, pregenerador/es de las almas y Señor/Señora de los cielos.
Principales
Huitzilopochtli (también Mextli, Mexitl, Huitzilopochtli): el dios supremo de Tenochtitlan, patrono de la guerra, el fuego y el sol. Guía, protector y patrono de los aztecas (A quienes ordenó llamarse Mexicas a partir de aquel momento) desde su salida de Aztlan. Su nombre significa Colibrí Zurdo (O izquierdo) o Colibrí del sur.
Quetzalcóatl (también Tlahuizcalpantecuhtli): Serpiente de plumas preciosas, dios creador y patrono del gobierno, los sacerdotes y los mercaderes. Asociado con Ehecatl como viento divino. Uno de los cuatro hijos de la pareja primigenia.
Tezcatlipoca (también Omácatl, Titlacauan): El Espejo Humeante, omnipotente dios de los gobernantes, hechiceros y guerreros; de la noche, la muerte, la discordia, el conflicto, la tentación y el cambio; daba y quitaba las riquezas y era el protector de los esclavos. Siniestro rival de Quetzalcóatl en muchos mitos. Puede aparecer como un jaguar, además de sus otros muchos Tonales.
Tláloc (también Nuhualpilli): El que Hace Brotar a las Cosas, Licor de la Tierra, grande y antiguo proveedor y dios de la lluvia, la fertilidad y el rayo. Uno de los cuatro hijos de la pareja primigenia (Ometecuhtli y Omecihuatl). Dios creador y uno de los cuatro soles. Fue uno de los dioses más viejos de toda Mesoamérica y tenía un templo gemelo junto al de Huitzilopochtli en Tenochtitlan.
Xipe Tótec Nuestro Señor Desollado: dios de la primavera, la germinación de las semillas y la renovación de la vegetación; además de la fertilidad. Era considerado el patrono de los orfebres. Se le identificaba a veces con Mixcóatl; sobre todo como destinatario de los sacrificios gladiatorios y por flechamiento.
Xiuhtecuhtli: la personificación de la vida después de la muerte, la luz en la oscuridad y la comida en épocas de hambruna.

   Celestes
Citlalicue: Vestido de Estrellas, un creador de las estrellas.
Coyolxauhqui: Cascabeles de Oro o La de los Cascabeles en la Cara, la Luna, hermana legendaria de Huitzilopochtli y patrona de la Vía Láctea.
Ehécatl (también Ehecatl-Quetzalcóatl): dios del viento y creador de la tierra, los cielos y la actual raza de los hombres al rescatar los huesos de los hombres viejos del Mictlan, en su advocación de Quetzalcóatl. Como dios del Oeste, es uno de los que sostiene el cielo. Soplaba el viento que limpiaba el camino de los Tlaloque (dioses menores de la lluvia, ayudantes de Tláloc).
Meztli (también Metztli, Tecuciztécatl, Tecciztecatl): diosa de la luna, la noche y los granjeros. También se identifica con un dios de los gusanos, de bajo rango, que falló en sacrificarse para convertirse en el Sol, y devino en la Luna, su rostro oscurecido por un conejo.
Mixcóatl (serpiente nube): dios de la caza, la guerra y la Vía Láctea.
Nanahuatzin (también Nana, Nanautzin, o Nanauatzin): dios de bajo rango que se sacrificó a sí mismo para convertirse en el dios Sol Tonatiuh, en la prueba en que Tecuciztécatl falló.
Tlahuizcalpantecuhtli: dios destructor de la estrella del alba (Venus), el amanecer y el este. Es uno de los que sostienen los cielos.
Tlalchitonatiuh representa al sol bajo.
Tletonatiuh: Era uno de los cuatro soles aztecas. Es el "sol de fuego", bajo cuyo influjo los humanos fueron exterminados por el fuego caído del cielo y transformados en diversos animales como perros, aves, etc.
Tonatiuh El Luminoso o El que Calienta: Dios Sol y guerrero de los cielos que disparaba sus dardos luminosos a los cuatro puntos cardinales al amanecer, asociado con las águilas.
Identificado con Huitzilopochtli. Se le representaba con el glifo del movimiento (ollin). También era el regente del paraíso al que iban los guerreros muertos en batalla, los sacrificados en su honor y las mujeres que morían en el primer parto.
Xólotl Gemelo: Representado como un perro de color oscuro, gemelo del dios Quetzalcóatl. Era considerado la estrella vespertina (Venus), al contrario de su gemelo, la estrella matutina. Representaba los aspectos oscuros de la dualidad de los gemelos.
Yohualtecuhtli era la diosa azteca de la noche, y protegía el sueño de los niños.
Tlahuizcalpantecuhtli: Señor de la Estrella del Alba el dios del colorido sonrosado de la aurora.
  Fenoménicos
Atlacoya: diosa de las sequías.
Ayauhtéotl: diosa de la bruma y la neblina; se la ve por las mañanas o en las noches. Se la asocia con la vanidad y la fama.
Tepeyóllotl: Corazón de la Montaña, dios jaguar, asociado con los ecos y los terremotos.

  Acuáticos
Chalchitlicue.Acuecucyoticihuati: diosa de los mares, de los ríos y del agua que corre. Su representación es de una mujer dando a luz, y se la considera una de las representaciones de Chalchitlicue.
Amimitl: dios de los lagos, divinidad que calmaba las tempestades y protegía a los pescadores.
Atl: un dios de las aguas.
Atlacamani: diosa de las tormentas marinas.
Atlatonin o Atlatonan: diosa de las costas.
Atlaua o Atlahua: Señor de las Aguas, un dios del agua, patrono de los pescadores y los arqueros.
Chalchiuhtlatónal: el agua.

Chalchitlicue: La de la Falda de Verde Jade, diosa del agua y esposa de Tlaloc.
Matlalcehuitl (también Matlalcueje): diosa de los aguaceros y del canto, identificada con Chalchitlicue.

  Ígneos
Camaxtli: dios de la caza, la guerra, el destino y el fuego. Fue uno de los creadores del mundo.
Chantico: diosa del fuego celeste, los tesoros personales y los volcanes.
Huehuetéotl (también Ueueteotl, Xiuhtecuhtli, Xiutechuhtli): antiguo dios del corazón, el fuego de la vida. Asociado con la Estrella Polar y con el Norte, es uno de los que sostienen los cielos. Su nombre significa Dios Viejo.
Paynal: el mensajero de Huitzilopochtli.
Xócotl: Dios estrella asociado con el fuego.

  Alimento
Centéotl: también Cinteotl o Centeocihuatl, dios principal del maíz, hijo de Tlazotéotl. Le estaba dedicado el cuarto mes del año.
Chicomecóatl (también Chalchiuhcihuatl, Chiccoméccatl, o Xilonen): Siete Serpiente diosa del maíz nuevo, esposa de Centéotl, venerada particularmente por los huaxtecos.
Coatlicue: La de la Falda de Serpientes, madre de Coyolxauhqui, los Centzon Huitznahua, y Huitzilopochtli. Dios de la tierra.
Xilonen:’’ Barbuda’’, la diosa del jilote
Fertilidad y matriarcado
Chiconahui: una diosa doméstica de la fertilidad.
Temazcalteci (también Temaxcaltechi o Tozi) - diosa de los baños, diosa abuela, corazón de la tierra y madre de los dioses. Asociada con las parturientas y la guerra.
Teteoinnan: madre de los dioses.
Tlacúltetl es la diosa de la belleza y del amor sensual.
Toci Abuela de los Dioses, señora de la salud, de los temazcales, corazón de la tierra y señora de los textiles, fue sincretizada por Santa Ana
Tonantzin (también Omecíhuatl) Madre de Quetzalcoatl, antiguamente tenia su capilla en el cerro del Tepeyac, fue destruida por los españoles y se creó ahí la actual Villa de Guadalupe.
Tzítzmitl: anciana diosa abuela.
Xochipilli Príncipe Flor: Joven dios de las fiestas, la pintura, la danza, los juegos, el canto, el amor y la escritura. Castigaba con enfermedades secretas a quienes no le guardaban ayuno. Identificado con Macuilxóchitl y relacionado conCentéotl.
Xochiquetzal Flor de la Rica Pluma o Flor Preciosa: Diosa de la sexualidad femenina, las prostitutas, las flores, el placer, la artesanía, el tejido, la danza, el canto y las madres jóvenes.
Cihuacóatl: primera mujer en dar a luz, considerada por ello protectora de los partos
Tonacacíhuatl: diosa esposa de Tonacatecuhtli
Tonacatecuhtli: un dios mexica de la fertilidad. Durante la creación del mundo lo dividió en tierra y océano.
  Vicios
Huehuecóyotl (también Ueuecoyotl): Coyote Viejísimo, un dios bromista e indulgente, señor de la promiscuidad y los lugares salvajes. Capaz de cambiar de forma, se lo asocia con los tambores y el coyote.
Ometéotl (también Citlatonac u Ometecuhtli (masculino) y Omecíhuatl (femenino)): el/los dios/es de la dualidad, pregenerador/es de las almas y Señor/Señora de los cielos.
Macuilcozcacuauhtli: El Cinco Buitre, uno de los Ahuiateteo (dioses de los excesos).
Macuilcuetzpalin: El Cinco Lagarto, uno de los Ahuiateteo (dioses de los excesos).
Macuilmalinalli: El Cinco Hierba, uno de los Ahuiateteo (dioses de los excesos).
Macuiltochtli: El Cinco Conejo), uno de los Ahuiateteo (dioses de los excesos).
Macuilxóchitl: El Cinco Flor, dios de los juegos y el juego, y jefe de los Ahuiateteo, dioses de los excesos.
Mayáhuel (también Mayahual, o Mayóuel): diosa del maguey, y por extensión, del alcohol.
Ometochtli (El Dos Conejo): dios conejo ebrio, jefe de los Centzon Totochtin
Tepoztécatl (también Tezcatzontécatl): dios del pulque y los conejos.
Tlazoltéotl (también Tlaelquani, Tlazolteotli) Devoradora de la Mugre: diosa de la purificación de la mugre, la enfermedad o el exceso. A ella se acogían los moribundos para confesar sus pecados ante su teopixque (Sacerdote), también era considerada patrona del tejido, de los amores y placeres impuros. Protectora y patrona de los amantes.
   Muerte
Acolmiztli (Brazo de puma): un dios del inframundo azteca.
Chalmecatecuchtli: un dios del mundo subterráneo, Mictlan, y de los sacrificios.
Chalmécatl: el inframundo (Mictlan) y el norte.
Ilamatecuhtli (también Cihuacóatl or Quilaztli): La Vieja Princesa, anciana diosa de la tierra, la muerte, y la Vía Láctea. Su rugido indicaba la guerra.
Itztlacoliuhqui-Ixquimilli: dios de la piedra, la obsidiana, la frialdad, la dureza y el castigo. Aspecto de Tlahuizcalpantecuhtli
Iztli - dios del sacrificio y los cuchillos de piedra.
Itzpapálotl: Mariposa de Obsidiana, Reina de Tomoanchan y de los tzitzimime (demonios de las estrellas) así como una de las Cihuateteo (Mujeres deificadas) .
Mictecacíhuatl (o Mictlancíhuatl): diosa de la muerte y Señora de Mictlan, el inframundo de los infiernos.
Mictlantecuhtli (también Mictlantecuhtzi, o Tzontémoc): dios de la muerte y Señor de Mictlan, también dios del norte, uno de los que sostienen los cielos.
Teoyaomqui (también Teoyaomiqui): dios de los guerreros muertos.
Xochitónal: dios menor que cuida la entrada al "reino de los muertos". 

   Nocturnos
Chalchiutecélotl: un dios búho nocturno.
Chalchiutotolin: "Precioso Pavo Nocturno", dios de la pestilencia y el misterio.
Oficios
Acalometochtli (Dos conejos de las barcas): dios protector de los navegantes.
Chicomexochtli: un patrono de los artistas.
Cochímetl (también Coccochímetl): dios del comercio, el regateo, el trueque y los comerciantes.
Huixtocíhuatl (o Uixtochíhuatl): una diosa de la sal y también del agua salada.
Opochtli: dios zurdo de la caza, en particular la caza con trampas, y la pesca.
Tlacotzontli es la protectora de los caminos. Para hacerla favorable, los viajeros acudían ante ella sangrándose con ramas de espino.
Yacatecuhtli Señor de la Vanguardia: Dios de los mercaderes y los viajeros.
  
 Sanación
Ixtlilton: dios de la curación, las danzas, los festivales y los juegos. Hermano de Xochipilli.
Patécatl: El de la Tierra de las Medicinas, dios de la medicina y de la fertilidad, esposo de Mayahuel, creador del peyote y padre de los Centzon Totochtin
Toci: La abuela de los dioses, también señora de la salud entre los Tlaxcaltecas

  Mitológicos
Chiconahuiehécatl: asociado con la creación.
Iztaccíhuatl: princesa que se enamoró de uno de los guerreros de su padre
Malinalxochi: hechicera y diosa de las serpientes, escorpiones e insectos del desierto.
Tecuciztécatl: El del Caracol Marino, en algunos mitos asimilado con Tezcatlipoca.

  Calendáricos
Cipactónal: dios de la astrología y el calendario.
Oxomoco: diosa de la astrología y el calendario.

  Otros
Cuaxólotl: una diosa del corazón.
Tlatlauhqui
Tloquenahuaque
Yayauhqui

  Grupos de dioses
Aihuateteo (también Macuiltonaleque): los cinco dioses de los excesos
Centzon Huitznahua: Dioses aztecas de las estrellas del Sur.
Son los hermanos rebeldes de Huitzilopochtli e hijos de Coatlicue.
Centzon Totochtin (cuatrocientos conejos): dioses del pulque, "inmorales" y ebrios
Cihuateteo (o Cihuapipiltin): almas de las mujeres muertas al dar a luz como demonios de la noche que roban niños y causan ataques.
Civatateo: almas de las mujeres muertas al dar a luz que guían al sol poniente en los cielos del Oeste. También acompañan a los guerreros al cielo.
Tzitzimime: Demonios estrella de la oscuridad, que atacan al Sol durante los eclipses y amenazan la Tierra.
Xmulzencab: dioses abeja.

  Criaturas sobrenaturales
Ahuízotl: Era una criatura con forma de perro, manos de mono y con una larga cola que terminaba en una mano y con la que ahogaba a los incautos. Estaba al servicio de los dioses del agua, por lo que la víctima solo podía ser tocada por los sacerdotes luego de haber sido sacada del agua. Era símbolo de mala suerte y desgracia. En ocasiones el ahuizotl lloraba como un niño atrayendo a quien se atreviese a ver de dónde procedía el sonido.
Cipactli: el caimán en los cimientos de la Tierra, fue muerto por la lanza de Tezcatlipoca, aunque le arrancó a éste el pie izquierdo, también llamado Tlaltecuhtli.
Nahual: un espíritu tutelar animal o vegetal.
Nahuál: un hechicero o una bruja con la habilidad de cambiar de forma.
Telcalipoca: el gran oso.
Tlaltecuhtli Señor de la tierra, una diosa-caiman, Mostruo marino, asociada con los partos difíciles. Según algunas tradiciones, para crear la tierra Quetzalcóatl y Tezcatlipoca la bajaron del cielo y la dividieron, separando la tierra del cielo. De sus cabellos se hicieron los árboles, flores y yerbas, de sus ojos pozos, fuentes y cuevas, de su boca ríos y cavernas, y de su nariz valles y montañas.
 
  Héroes y reyes legendarios
Popocatépetl: guerrero legendario que murió en batalla y fue cambiado en montaña junto a su amante, Iztaccíhuatl.
Ce Ácatl Topiltzin Quetzalcóatl: rey sacerdote legendario de la mítica ciudad de Tollan.
Iztaccíhuatl Amante de Popocatépetl. Al morir de pena por engaño de su padre (Quien le dijo que Popocatépetl había muerto en batalla), su cuerpo formó el Iztaccíhuatl (Mujer Dormida), el volcán que custodia la cuenca del Anáhuac.

   Lugares
Aztlan,es el lugar de la blancura: Hogar original de los mexicas antes de su migración y establecimiento en Tenochtitlan. Es un misterio donde era se ubicaba o por que tuvieron que dejarlo.
Mictlan: el inframundo.
Tlalocan: el primer paraíso, regido por Tláloc, donde las almas de los muertos aguardaban la reencarnación.
Tlillan-Tlapallan: el reino medio de los cielos, o paraíso medio, reservado a quienes entendieran la sabiduría de Quetzalcóatl.
Tonatiuhichan: el paraíso más alto.
Tomoanchan: Paraíso mítico sobre el que rige Itzapapálotl.
Según el mito de la creación azteca, fue allí donde los dioses crearon la actual raza humana.
 
La Mitologia Mexica proviene la cultura Panamerica que se llamaba la Olmeca, los Nahua fueron herederos de ella. 

Nota: Datos tomados de wikipedia.

Share:

Chalchitlicue

  Chalchitlicue [Mitología de México Prehispanico]

Chalchitlicue - Mitología de México
 En la mitología mexica, Chalchiuhtlicue (náhuatl: chalchihuitl-cueitl, 'Piedra preciosa-falda' ‘La de la falda de piedras preciosas’)? es la diosa de los lagos y corrientes de agua. También es patrona de los nacimientos, y desempeña un papel importante en los bautismos aztecas. Preside sobre el día 5 Serpiente y sobre el tricenal de 1 Caña.
   Fue una de las figuras femeninas más importantes vinculada al líquido en la cultura mesoamericana. Chalchiuhtlicue fue considerada también como la más importante protectora de la navegación costera en el México antiguo.
En el mito de los cinco soles, ella alumbró al mundo en el Primer Sol, dominaba el cuarto mundo, en la era Cuatro-Agua. Durante su reinado el cielo era de agua, la cual cayó sobre la tierra como un gran diluvio a manos de esta diosa. Los seres humanos se transformaron en peces.

  Pareja o dualidad de Tláloc y con él fue madre de Tecciztécatl y rigió sobre Tlalocan. En su aspecto acuático, es conocida como Acuecucyoticihuati, diosa de los océanos, los ríos y todas las aguas que corren, así como patrona de las parturientas. Se dice también que fue esposa de Xiuhtecuhtli. A veces se la asocia con la diosa de la lluvia, Matlálcueitl.
   En el arte, Chalchiuhtlicue se ilustra usando una falda verde y con breves líneas negras verticales en la parte inferior de su rostro. En algunos casos pueden verse niños recién nacidos en una corriente de agua que surge de sus faldas.
   Se la encuentra representada en varios manuscritos de México, incluyendo las placas 11 y 65 del Códice Borgia (precolombino), en la página 5 del Códice Borbónico del siglo XVI, y en la página 17 del Códice Ríos. Sus esculturas están generalmente hechas de piedra verde, como corresponde a su nombre
Share:

lunes, 20 de septiembre de 2010

Creación del Quinto sol.

Creación del Quinto Sol

Creación del Quinto sol.
  
Creación del Quinto sol. 2Ometecuhtli, el creador supremo y su esposa Omecíhuatl, tuvieron cuatro hijos, y cada uno representa una era y un elemento de la naturaleza: tierra, fuego, viento y agua. Así, mientras estas fuerzas estén equilibradas, habrá sol, dice la leyenda, pero si reina el desequilibrio, el sol, la tierra y los humanos de esa era morirán.

   Sin embargo, los dioses, que casi siempre son vanidosos, lucharon para demostrar su supremacía ante los otros y esto desequilibro el cosmos.

   El primer sol fue creado por Tezcatlipoca, dios de la tierra. Sin embargo, el hombre que creo fue gigante y sólo pudo alimentarse de bellotas, por lo que creció débil y los jaguares terminaron devorándolo.

   El segundo sol lo creo Quetzalcóatl, dios del viento. Los seres humanos solo tenían semillas para alimentarse y, debido a e los grandes vientos creados por el dios, salían volando lejos.
Creación del Quinto sol. 3
                           
   El tercer sol fue creado por Tlaloc, dios de la lluvia. Sin embargo, los hombres sólo tenían cereales para alimentarse y no eran suficientes. En esta era los volcanes enterraron al mundo entre cenizas y piedra volcánica.

   Chalchiutlicue, diosa del agua, creo al cuarto sol. Los humanos se alimentaban de una semilla pero no era suficiente para estar fuertes y con las inundaciones creadas por la diosa murieron.
   Los dioses se dieron cuenta de que necesitaban los humanos para que los veneraran. Para ello necesitaban un quinto sol. Pero ¿Cómo crearlo? Sólo si los dioses se sacrificaban podrían tener un quinto sol. Asi que pidieron voluntarios para arrojarse al fuego.

  Teucciztecátl y Nanahuatzin se ofrecieron como voluntarios. El primero era un dios agraciado y reconocido. En cambio Nanahuatzin era feo y sus ropajes modestos. Cuando Teucciztécatl intento arrojarse, el miedo fue más fuerte que él y retrocedió en cuatro ocasiones. Cuando tocó el turno a Nanahuatzin, esté se arrojó sin ningún titubeo.

  Al anochecer, apareció una bola de fuego en el cielo. Su brillo era tan fuerte que nadie podía mirarla directamente. Los dioses supieron  que era Nanahuatzin. Después apareció otra bola igual de brillante, pero los dioses decidieron que no podía brillar, pues ese dios había sido un cobarde; así que arrojaron un conejo a la hoguera que tenían encendida y, a los pocos minutos, la silueta del conejo apareció en la segunda bola de fuego. Así se crearon el sol y la luna.



Share:

Quetzalcóatl ladrón.

Quetzalcóatl ladrón. Mitología
  Cuenta la leyenda que Quetzalcóatl, convertido en hormiga negra, se metió en las entrañas de una montaña y robó la semilla del maíz para que los hombres se alimentaran.
  Lo interesante es que las pirámides representan a las montañas y las montañas algunas veces tienen túneles que conducen a cuevas.
  Las cuevas, además representan al interior de la tierra y el lugar de donde proviene la vida- las plantas, por ejemplo. Ahí también se representa a la muerte (cuando morimos nos entierran). En la visión de los antiguos pobladores de Mesoamérica todo está lleno de ideas opuestas: vida y muerte, noche y día, montañas y cuevas.
   Esto demuestra la importancia que le daba el hombre prehispánico a su entorno. Observaban los ciclos de la vida para saber cuándo sembrar y cuándo cosechar; hacían sus centros ceremoniales y pirámides imitando la naturaleza y además aprovechaban estudiar el paso del día, de la noche así como el movimiento del sol, la luna y las estrellas. Era su manera de interpretar el paso del tiempo.
   Uno de los mitos que explican la creación del mundo cuenta que los dioses se sacrificaron para que el hombre y el mundo pudiera nacer.
    Por eso para los hombres era tan importante el sacrificio. Había que sacrificarse y ofrecer sangre a los dioses -sacrificaban niños recién nacidos o guerreros capturados- para mantener el orden de las cosas.
   Las pirámides y los centros ceremoniales, por lo general estaban estucadas, policromadas y reflejaban como era la vida y la muerte en ese entonces, sus creencias y su manera de ver el mundo.

Share:

miércoles, 15 de septiembre de 2010

✿~La vida es lo que sucede...

La vida es lo que sucede...- Frases
                          "La vida es lo que te sucede mientras estas ocupado haciendo otros planes"  (John Lennon)


   "Life is what happens to you while your busy making other plans" es parte de la canción "Beautiful boy" que John Lennon le escribió a su hijo Sean…y estas palabras encierran una gran verdad , si bien es sano y necesario hacer planes para el futuro inmediato y tener proyectos para el futuro, también es verdad que la vida de pronto te sorprende con situaciones con las que no contabas que a veces son incidentes negativos o retos a vencer, pero las más de las veces son maravillosas circunstancias que transforman la vida y nos llevan por caminos que ni por asomo nos planteamos seguir.

   Al inicio de este mes entre mis planes para este blog estaba el ofrecer cada día algún tema sobre México y mexicanos ilustres, (para celebrar con mi pequeño granito de arena el aniversario 200 de la independencia de México) pero me fue imposible ya que por cuestiones de salud estuve encerradita y sin acceso a una computadora; pero no queda en los planes para el blog, he recibido una noticia inesperada que me cambia la perspectiva en los aspectos más importantes de mi vida me llena de luz, de ilusión y me lleva a la conclusión de que no existe un camino,  la cancion de Joan Manuel Serrat tiene toda la razón: “se hace camino al andar".   

  Por supuesto seguiré planeando que hacer con mi día a día y también seguiré haciendo planes para el futuro, pero fascinada me entrego sin límites a vivir a plenitud cada nueva sorpresa que la vida me quiera regalar, soy materia dispuesta, pero sobretodo soy un espíritu agradecido con esta hermosa aventura que es vivir.


Share:

viernes, 3 de septiembre de 2010

Amado Nervo

Amado Nervo

Amado Nervo Breve Biografía
 (México 1870- Uruguay 1919) 
Juan Crisóstomo Ruiz de Nervo, poeta y prosista mexicano.
   La mejor manea de conocer a Amado Nervo es leer sobre el en sus propias palabras breves autobiografías escritas en España. Dice en una de ellas: "Nací en Tepic, pequeña ciudad de la costa del Pacífico, el 27 de agosto de 1870. Mi apellido es Ruiz de Nervo; mi padre lo modíficó, encogiéndolo.

   Se llamaba Amado y me dio su nombre. Resulté, pues, Amado Nervo, y, esto que parecía seudónimo -así lo creyeron muchos en América-, y que en todo caso era raro, me valió quizá no poco para mi fortuna
literaria. ¡Quién sabe cuál habría sido mi suerte con el Ruiz de Nervo ancestral, o si me hubiera llamado Pérez y Pérez".

  En su otra confesión autobiográfica, casi desconocida, dice más aún: "Soy descendiente de una vieja familia española que se estableció en San Blas a principios del siglo pasado. Hice mi instrucción primaria en las modestas escuelas de mi ciudad natal; muerto mi padre cuando yo tenía nueve años, mi madre me envió a
un Colegio de Padres Romanos, al de Jacona, en Michoacán, que entonces gozaba de cierta fama. En este colegio y después en el seminario de Zamora, Michoacán, hice mis estudios preparatorios, empezando, naturalmente, por el latín. Quise seguir la carrera de abogado y estudié dos años, pero el quebrantamiento rápido de la herencia paterna me obligó a volver a Tepic a ponerme al frente de lo poco que nos quedaba y a trabajar para ayudar a mi familia, que era numerosa. Después, buscando mejor destino, marché a Mazatlán, donde escribí en el Correo de la Tarde mis primeros artículos. Más tarde me dirigí a la Capital (en 1894) y ahí con los esfuerzos y penalidades consiguientes, logré abrirmecamino".
Con frecuencia se refieren sus biógrafos a estas penalidades, entre las que mencionan que tuvo que lucrar el pan de "estanquillero" y hasta de "tablajero" en el Rastro, y quizás a ello alude el mismo Nervo cuandoasegura que el escritor "vive regularmente o de un empleo, o de algo más prosaico; a veces es tendero, a veces carnicero, a veces "coyote" y a veces, muy raras... negociante en grande". Mayores aún fueron sus penas morales, como la pérdida de su hermano Luis -comerciante ocasional y asimismo poeta-,
quien, sin la fortaleza de Amado, desertó de la vida en plena lucha. Años después consignará en sus Apuntes para un libro que no escribirénunca, estas palabras: "Yo he visto el rayo verde, que trae ventura. Lo vimos en una playa mazatleca mi hermano y yo, una tarde de julio. Mi hermano se suicidó y yo... etcétera".
Escribió en EL Mundo Ilustrado, El Nacional, El Mundo, EL Imparcial y en las mejores revistas literarias. Fue copiosa su producción y variada: cuentos, semblanzas, artículos humorísticos, reseñas teatrales, crítica de libros, artículos dialogados, crónicas, etc. Y, además, muchos versos. Los que leyó ante el sepulcro de Manuel Gutiérrez Nájera, en el primer aniversario de su muerte, merecieron el aplauso unánime de los poetas y señalaron el punto de partida de su ascensión lírica.Pero, en realidad, su nombre comenzó a difundirse en 1895 con la publicación de su primer libro, que no fue una colección poética,
sino una novela corta: El Bachiller. "Por lo audaz e imprevisto de su forma -dice Nervo-, y especialmente de su desenlace, ocasionó en América tal escándalo, que me sirvió grandemente para que me conocieran". Juzgada a la distancia de los años, queda como una buena obra inicial que refleja mucho del ambiente zamorano y de sus propias vivencias de seminarista.Místicas fue su primer libro de versos publicado (1898), si bienno el primero que escribió, pues tal prioridad corresponde a Perlas Negras -obra de adolescencia- que salió a luz en el mismo año. Místicas le situó desde luego entre los poetas jóvenes de más claro porvenir: allí aparecía diferente a los demás y sin competidores en la poesía religiosa, que en este libro sonaba de una manera insólita y refinada.
 
 Después de El Bachiller publicó su atrayente narración fantasista titulada El Donador de Almas. Ambas novelitas, juntas con Pascual Aguilera -obra primeriza- formaron el volumen impreso en Barcelona con el título de Otras Vidas. En esta época comienza a manifestar sus conocimientos astronómicos en que fue iniciado por Luis G. León. En 1899 se representó en el Teatro Principal una zarzuela suya, Consuelo, con la que pretendía ensayarse en otro género literario y trabajar por al advenimiento de un arte racional. No insistió en estos propósitos.

   Como todos los poetas finiseculares, amaba a París y pudo conocerlo en 1900. Fue enviado como corresponsal de El Mundo; pero, no obstante que Nervo cumplía eficazmente con su encargo y de que a los lectores les parecían muy bellas sus correspondencias –"de México me dicen que dicen que se ha desàrrollado mucho mi talento en París"-, pronto fue despedido en forma inopinada por el gerente de la empresa. Y volvió a encontrarse con la pobreza, pero también se encontró con el amor; con el grande amor "para toda la vida"; es decir, con Ana Cecilia Luisa Dailliez, la dulce mujer que fue su compañera durante más de diez años- "encontrada en el camino de la vida el 31 de agosto de 1901. Perdida (¿para siempre?), el 7 de enero de 1912"- y cuya muerte le causó "la amputación más dolorosa de sí mismo". Fruto de este dolor fue un libro de versos muy leído: La Amada Inmóvil.

    En París conoció a Verlaine, a Moreas, a Wilde, etc., y fue amigo de los escritores y poetas hispanoamericanos que residían o pasaban por aquella Lutecia que tanto encandiló a la generación de los modernistas.
Allí selló su amistad con Rubén Darío; amistad sin quebrantos ni recelos, excepcional entre los grandes artistas y justamente calificadade ejemplar. En París publicó la versión francesa de El Bachiller -con el título de Orígene- y una obra poética, Poemas, que había de extender su celebridad en los países de habla española. Uno de estos poemas, La Hermana Agua, cuenta entre sus mayores aciertos.
   Ya de regreso en México (1902), publicó su bello libro de prosa y verso llamado El Exodo y Las Flores del Camino y colaboró asiduamenteen la Revista Moderna, compartiendo después su dirección con Jesús
E. Valenzuela. En el mismo año publicó Lira Heroica. Merced a los sufragios del grupo modernista, en 1903 alcanzó el triunfo de primacía entre los poetas mexicanos. De 1902 a 1905 trabajó nuevamente en El Mundo, El Imparcial y El Mundo Ilustrado.
  Sacó a luz otro libro de versos: Los Jardines Interiores, que es el mismo que había comenzado a preparar con el título de Savia Enferma. En esa misma época obtuvo, por oposición, el cargo de profesor de lengua castellana en la Escuela Nacional Preparatoria.En 1905 ingresó en el servicio diplomático con la categoría de segundosecretario adscrito a la Legación de México en Madrid. De allá enviabasus correspondencias a su periódico, El Mando, y a la vez escribía jugosos informes sobre lengua y literatura para el Boletín de la
Secretaría de Instrucción Pública. Más tarde colaboró en periódicos de Buenos Aires y La Habana. En España escribió muchos de sus mejores libros, entre los cuales descuellan En Voz Baja, Juana de Asbaje,
Serenidad, La Amada Inmóvil, Elevación y Plenitud.
  En I9I4, con motivo de los sucesos políticos de nuestro país, cesó en su cargo de primer secretario y volvió una vez más a su bien amadapobreza. El cariño que había sembrado inspiró a sus amigos españoles la idea de solicitar de las Cortes una pensión para el poeta; pero éste, con el decoro propio de su carácter, se apresuró a declinarla gentilmente. Más tarde fue restituido en su puesto por el Gobierno de México y, en I918, llamado para conferirle un nuevo cargo. Con credenciales de Ministro Plenipotenciario y Enviado Plenipotenciario ante los Gobiernos de Argentina y Uruguay, partió de México a principios de 1919. Fue recibido en ambos países con insólitas muestras de admiración y afecto.
    Minado por sus males, tuvo fuerzas, sin embargo, para amar una vez más; en Buenos Aires encontró -dice Alfonso Méndez Plancarte- "su último amor humano, todo cándida limpidez y hecho por partes iguales de admiración, piedad y ternura". Murió en Montevideo el 24 de mayo de 1919. Su retorno a la patria y sus funerales constituyeron una verdadera apoteosis. Yacen sus restos en la Rotonda de los Hombres Ilustres.
  Tópico muy repetido por Amado Nervo en sus diversas páginas autobiográficas, fue el de que carecía de historia. En 1895 escribía: "Semejante al rey del cuento de Juan de Dios Peza, soy un hombre a quien jamás le sucedió cosa alguna". En su breve autobiografía de 1906, insistía: "Mi vida ha sido muy poco interesante: como los pueblos felices y las mujeres honradas, yo no tengo historia", palabras que después puso en sílabas contadas: ¿Versos autobiográficos? Ahí están mis canciones, allí están mis poemas: yo, como las naciones
venturosas, y a ejemplo de la mujer honrada, no tengo historia: nunca me ha sucedido nada.

 No obstante la afirmación, en su vida se entretejieron armoniosamente los sucesos dignos de mención, ya adversos, ya venturosos. Escribió muchos libros; fue combatido, pero a la vez amado y ensalzado; fue afortunado capitán en las filas del movimiento literario más importante que ha tenido América. Por el camino de la sinceridad, de la sencillez y del trabajo silencioso.
  
    Sus poemas tienen la sencillez y la claridad que distinguen al movimiento, pero sobretodo a la exquisita sensibilidad de su alma.


Amado Nervo En paz, Incoherencias
EN PAZ
Muy cerca de mi ocaso, yo te bendigo, vida,
porque nunca me diste ni esperanza fallida,
ni trabajos injustos, ni pena inmerecida;
porque veo al final de mi rudo camino
que yo fui el arquitecto de mi propio destino;
que si extraje la miel o la hiel de las cosas,
fue porque en ellas puse hiel o mieles sabrosas:
cuando planté rosales, coseché siempre rosas.
…Cierto, a mis lozanías va a seguir el invierno:
¡mas tú no me dijiste que mayo fuese eterno!
Hallé sin duda largas noches de mis penas;
mas no me prometiste tú sólo noches buenas;
y en cambio tuve algunas santamente serenas…
Amé, fui amado, el sol acarició mi faz.
¡Vida, nada me debes! ¡Vida, estamos en paz!



INCOHERENCIAS
Para José I. Bandera

Yo tuve un ideal, ¿en dónde se halla?
Albergué una virtud, ¿por qué se ha ido?
Fui templado, ¿do está mi recia malla?
¿En qué campo sangriento de batalla
me dejaron asi, triste y vencido?

¡Oh, Progreso, eres luz! ¿Por qué no llena
tu fulgor mi conciencia? Tengo miedo
a la duda terrible que envenena,
y que miras rodar sobre la arena
¡y, cual hosca vestal, bajas el dedo!

¡Oh, siglo decadente, que te jactas
de poseer la verdad!, tú que haces gala
de que con Dios, y con la muerte pactas,
devuélveme mi fe, yo soy un Chactas
que acaricia el cadáver de su Atala...

Amaba y me decías: ,
y murió mi pasión; luchaba fiero
con Jesús por coraza, triza a triza,
el filo penetrante de tu acero.

¡Tengo sed de saber y no me enseñas;
tengo sed de avanzar y no me ayudas;
tengo sed de creer y me despeñas
en el mar de teorías en que sueñas
hallar las soluciones de tus dudas!

Y caigo, bien lo ves, y ya no puedo
batallar sin amor, sin fe serena
que ilumine mi ruta, y tengo miedo...
¡Acógeme, por Dios! Levanta el dedo,
vestal, ¡que no me maten en la arena!











Share:

miércoles, 1 de septiembre de 2010

✿~Septiembre, mes de la Patria

   Llegó Septiembre y empieza la cuenta regresiva para los festejos del Bicentenario de la Independencia de México,(que en realidad han comenzado meses antes), y vemos y escuchamos por todos lados de fiestas, programas de televisión, libros, foros de debate, etc., y suena fuerte la pregunta: “¿Hay algo que celebrar?”. Quienes cuestionan dan motivos y números de por qué no debería haber tal festejo, se sacan “trapitos al sol” de celebérrimos personajes, héroes y próceres de la Independencia y la Revolución y nos dan detalles de la historia de una manera en algunos casos distinta a como se nos enseño ( y que no tuvimos la curiosidad de investigar), y se escuchan cifras de terribles realidades que se viven en nuestro país: la delincuencia organizada, la lucha contra el narcotráfico que ha dejado una cifra enorme de caos y muerte; la desigualdad social, la cantidad enorme de injusticas que se cometen; que si solo logramos ser número uno en obesidad y cosas peores… y un sinfín de situaciones que de solo pensar  dan ganas de salir corriendo a donde sea…


  Pero aún en medio de tantas voces, es necesario tomarnos unos minutos para buscar una respuesta honesta en nosotros mismos, y empezar a valorar este país en el que nos ha tocado nacer o vivir, dejar a un lado el miedo y el temor y la irresponsable manía de culpar a otros de nuestros males; hacernos cargo de una vez por todas de lo que nos toca hacer, dejar la actitud infantil de esperar que nos digan nuestros deberes, y muchas otras actitudes negativas que a veces parece que formaran parte de ser mexicano.

   Claro que es importante conocer la verdad de nuestra historia y reconciliarnos con nuestra realidad para de ahí partir y ver con claridad hacia el futuro, tomar lo bueno y terminar por dejar rencores ancestrales tenemos un país hermoso por el que miles de mexicanos han actuado por convicción con el ideal de que sea mejor; poseemos riquezas inmensas, dejemos de desperdiciar y maltratar nuestros recursos y empecemos ¡YA! A usarlos adecuada y conscientemente para aprovecharlos con inteligencia; tenemos recursos humanos invaluables, demos el valor y reconocimiento a cada persona que por su experiencia nos aporta conocimiento ,enseñanzas, o el fruto de su trabajo y dedicación; demos a los niños y jóvenes la motivación y el cause necesario para que canalicen su energía positivamente; tenemos un sinfín de valores inherentes a nuestra cultura, tenemos libertad para expresarnos usémosla para ser mas propositivos y menos quejosos y tenemos, sobretodo, el derecho de decidir sobre nuestros actos, con voluntad podemos dar a nuestros hijos el ejemplo de cómo ser un buen ciudadano, de cómo realizar con verdadero compromiso nuestro trabajo, de cómo cultivamos valores verdaderos y trascendentales aun en las tareas cotidianas de cada día…

   La respuesta de cómo ser el país que deseamos esta en cada uno de nosotros, festejemos entonces con convicción lo que somos, pero sobre todo celebremos que tenemos la posibilidad de superarnos a nosotros mismos y crear, con compromiso y coherencia la Patria que soñamos.
Share:

martes, 31 de agosto de 2010

Mario Benedetti

Mario Benedetti - Breve biografía 

Mario Benedetti - Breve biografía
    Mario Orlando Hardi Hamlet Breno Benedetti Farrugia.
 (Paso de los Toros, Uruguay, 14 de septiembre de 1920 – Montevideo, Uruguay, 17 de mayo de 2009)  

    Más conocido como Mario Benedetti, fue un escritor y poeta uruguayo integrante de la Generación del 45, Mario Benedetti nació el 14 de septiembre de 1920, en Paso de los Toros, Departamento de Tacuarembó, República Oriental de Uruguay, pero su familia se trasladó a Montevideo cuando sólo tenía cuatro años. Cursó la primaria en el Colegio Alemán de Montevideo, donde comenzó a escribir poemas y cuentos. Debido a problemas económicos de la familia pronto tuvo que trabajar, de manera que sólo pudo completar sus estudios secundarios como alumno libre. Ese contacto tan temprano con el trabajo, le permitió conocer a fondo una de las constantes que registra su literatura: el mundo gris de las oficinas burocráticas de Montevideo. Entre 1938 y 1941 residió casi continuamente en Buenos Aires. Allí vivió largo tiempo trabajando en una editorial. En 1946 Benedetti se casó con Luz López Alegre.

  De regreso a Montevideo, dirigió en 1948 la revista literaria Marginalia, que duró hasta el año siguiente, fecha en que pasa a formar parte del consejo de redacción de la revista Número.
  
   También en 1949, Benedetti publicó su primer libro de cuentos, Esta mañana, y un año más tarde, los poemas de Sólo mientras tanto. En 1953 apareció su primera novela, Quién de nosotros. Entre 1954 y 1960 ocupó tres veces la dirección literaria de Marcha, la revista más influyente de la vida política y cultural del Uruguay y una de las más importantes de América Latina. Fue clausurada en noviembre de 1974, después de sufrir numerosas suspensiones tras el golpe de estado de 1973. Con Poemas de la oficina, publicado en 1956, Benedetti influenció a los poetas de su generación sobre todo por el tono conversacional.

    En 1957 viajó por primera vez a Europa. En ese mismo año, en el ámbito continental se produjo un acontecimiento que marcó no sólo a Mario Benedetti sino a todos los intelectuales latinoamericanos: la Revolución Cubana. Este hecho fue fundamental para el desarrollo literario y político del escritor uruguayo. Como el mismo ha declarado, le hizo mirar a América Latina cuando la mayoría de los intelectuales vivían deslumbrados por lo europeo. En 1966 visitó por primera vez Cuba y, entre1968 y 1971, trabajó en Casa de las Américas, institución cultural cubana.

    En 1959 publicó el libro de El país de la cola de paja. Con su novela La tregua, que apareció en 1960, Benedetti adquirió importancia internacional. En 1973, ante el golpe de estado en su país, se vio forzado a salir de Uruguay. Inició un exilio de 12 años y vivió en Argentina, Perú, Cuba y España.
    
   Su enorme producción literaria abarca todos los géneros y ha sido traducida a mas de 20  idiomas, incluyendo famosas canciones, y suma mas de sesenta obras, entre las que destacan la novela Gracias por el fuego (1965), el ensayo El escritor latinoamericano y la revolución posible (1974), los cuentos de Con y sin nostalgia (1977) y los poemas de Viento del exilio (1981). En 1987 recibió el Premio Llama de Oro de Amnistía Internacional por su novela Primavera con una esquina rota. Sus libros más recientes son Despistes y franquezas (1990), Las soledades de Babel (1991), La borra del café (1992), Perplejidades de fin de siglo (1993) y su más reciente novela Andamios (1996). Su obra poética completa ha sido recogida en Inventario Uno (1950-1985) e Inventario Dos (1986-1991) y sus cuentos en Cuentos completos (1947-1994). Existe una biografía de Benedetti escrita por Mario Paoletti, que se titula Mario Benedetti, el aguafiestas.

 Rostro de vos

                   
Share:

sábado, 28 de agosto de 2010

Tláloc [Mitología de México]

Tláloc 

Tláloc [Mitología de México]
 Déntro de la mitología azteca.Tláloc es el dios de la lluvia, el señor del rayo, del trueno y del relámpago. Era representado como un hombre que usaba una red de nubes, una corona de plumas de herrón, sandalias de espuma y cargaba cascabeles que hacían el trueno, sus características anteojeras o aros que rodeaban sus ojos; dos grandes colmillos que salían de su boca y la lengua bífida de serpiente. Otros elementos que completaban su imagen eran las orejeras y el tocado.Su nombre deriva del nahuatl “tlali”, que significa tierra y de “octli”, que significa vino: "el vino que embriaga a la tierra para que produzca lujuriosa vegetación".

  Según el Códice Aubin, un relato en lengua náhuatl del siglo XVI, después de la aparición portentosa del águila sobre el nopal que señaló ante los mexicas el sitio de la fundación de Mexico-Tenochtitlan, un sacerdote llamado Axolohua fue sumergido en la laguna. Al día siguiente Axolohua volvió a aparecer y contó lo siguiente: “Fuí a ver a Tláloc, porque me llamó, dijo: Ha llegado mi hijo Huitzilopochtli, pues aquí será su casa. Pues él la dedicará porque aquí viviremos unidos sobre la tierra”. De esta manera Tláloc, una de las deidades más antiguas de Mesoamérica, recibió a “su hijo” Huitzilopochtli, dios joven de los mexicas recién llegados, y anunció que ambos compartirían el dominio sobre la nueva capital. Aquí y en otros contextos como la caída de Tollan, Tláloc actúa como una deidad que otorga “el valor, el mando”, es decir, el poder, una función del dios de la lluvia que ha sido destacada por José Contel (2008). Por lo anterior, el Templo Mayor de Tenochtitlan estaría compuesto por una gran pirámide doble, con dos “capillas” en su cúspide: una del lado sur, dedicada a Huitzilopochtli, y otra del lado norte, dedicada a Tláloc

   Esta deidad azteca  (siglo XV Y XVI), se conocía como “serpiente de nubes”, ya que se manifestaba en forma de culebra –remolinos de lluvia- en las trombas. Su color representativo era el azul, con el cual se pintaban sus templos.
   Su presencia en muchos templos se debía a  que se le consideraba pilar de la economía azteca, pues se le atribuía la producción agrícola. En efecto, a él correspondía enviar a tiempo las lluvias y no excederse en ellas, pues podía acarrear la muerte de las plantas, al igual que si enviaba el granizo o las heladas. Por eso era indispensable mantener el equilibrio del dios con rituales apropiados que se celebraban en determinados meses, ya fuera a él o a deidades con él relacionadas, como eran los tlaloques, sus ayudantes; Xilonen, diosa del maíz tierno; Chalchiuhtlicue, su esposa, etcétera. Tláloc descargó grandes cóleras sobre los Aztecas. A menudo usó sus rayos del relámpago para enfermar a las personas. Se dice que tenía cuatro diferentes jarrones de agua en su posesión. Cuando vaciaba la primera, traía vida a las plantas. La segunda causaba destrozo, la tercera traía el hielo, y la cuarta provocaría la destrucción total.


    Hasta nosotros ha llegado un canto al dios del agua, que dice así:

     Dueño del agua y la lluvia,¿Hay acaso alguien  tan grande como tú?
Tú eres el dios del mar.Cuantas son tus flores,cuantos son tus cantos
.Con ellas deleito en tiempo de lluvia.
No soy más que un cantor :flor es mi corazón: ofrezco mi canto.


  El paraíso de Tláloc se llamaba Tlalocan y se situaba en la región oriental del universo: de aquí procedía el agua beneficiosa y necesaria para la vida en la tierra. Las personas que morían ahogadas o por hidropesía iban a morar a este paraíso, que era un enclave placentero, rodeado de árboles frutales, así como maíz, chía y frijol, en donde la vida era enteramente feliz.


 ICONOGRAFÍA
    Además de las numerosas ollas Tláloc mencionadas, el dios de la lluvia fue representado en Mesoamérica también en pinturas murales (por ejemplo en Teotihuacan, en esculturas, en bajorrelieves y en códices. Los círculos alrededor de los ojos y los grandes colmillos constituyen rasgos característicos de Tláloc. A partir del estudio de una estatua que se conserva en la colección Uhde en Berlín, Eduard Seler (1963) demostró que esos motivos se originaron a partir de dos serpientes enroscadas
–que formaron los círculos de los ojos– cuyas fauces encontradas crearon la boca de Tláloc. En los códices, su cuerpo está pintado de negro, de amarillo o de verde, lleva atavíos de papel salpicado de hule y su tocado se compone de ojos estelares, así como de plumas de quetzal y de garza. Tláloc ostenta muchos atavíos de jade –del cual se decía que era “el cuerpo de los tlaloque”–, símbolo del agua, como orejeras, collar, y también lleva un pectoral de oro. Entre los elementos que carga el dios destaca un palo serpentiforme, a menudo pintado de azul, que representa al rayo.

     Tláloc fue uno de los dioses más importantes en el altiplano de México, y quizá uno de los de mayor antigüedad de Mesoamérica, ya que aparece en representaciones de la remota época tehotihuacana.










Share:

✿~Mitología, tradiciones y leyendas.

Mitología, tradiciones y leyendas.

Mitología, tradiciones y leyendas. - Justificación
    La imaginación asombrosa e ilimitada del hombre se manifiesta hoy en día en la capacidad para brindar soluciones a todas las circunstancias y situaciones que aparecen en todas las áreas de la vida, así como el perfeccionamiento continuo de estás, su evolución y cambio por otras mejores. Esta prolífica imaginación no solo se hace notar por las novedades constantes que se presentan hoy sino que, como parte inherente del “ser” humano ha estado siempre presente. 
  En lo personal me atrae inmensamente como desde el inicio de toda civilizacion el hombre ha dado explicación a cada fenómeno o suceso creando un universo casi infinito de deidades, demonios, héroes y personajes que son al mismo tiempo justificación de lo existente y alegoría de las pasiones humanas en su máxima expresión con las consecuencias magnificadas que por ser deidades traían a la vida ordinaria del hombre. Es por esto que reinicio con leyendas y tradiciones de la apasionante y prolífica mitología de tantos lugares y tiempos
Share: