✿~¿Buena química o amor real?

  ¿Buena química o amor real?

    Encontrar a una persona capaz de comprendernos y de compartir las cosas que nos atraen de la vida, con seguridad nos proporciona un estado emocional que nos hace navegar por la alegría y la satisfacción; estado al que llamaremos enamoramiento.

  Sin embargo, el enamoramiento tiene su aspecto bioquímico muy importante, pues es un proceso que inicia en el manto del tejido nervioso, que cubre la superficie de los hemisferios cerebrales llamados corteza cerebral; después pasa al sistema endocrino, transformándose en una repuesta fisiológica.

   La respuesta fisiológica es diferente en cada persona. Por ejemplo las personas muy sensibles que se encuentran ante la persona amada, reaccionan con sudoración, pulso acelerado, aumento de l apresion arterial, sienten que el corazón se les sale (taquicardia), mariposas en el estomago….

   Cuando se sufre (¿se sufre?) de enamoramiento tendemos a idealizar a la persona amada, admiramos todo lo que hace, sentimos una enorme necesidad de estar a su lado; tratar de quedar bien con ella se convierte en la mayor ilusión, la recordamos en cualquier circunstancia, se siente una ansiedad incontrolable por estar a su lado y no querer separarse de ella.

Etapas del enamoramiento

 Para que nos encontremos en estatus de enamoramiento, antes pasamos por distintas procesos como la de atracción, que inicia cuando alguien nos ha fascinado o seducido. En este proceso, el cuerpo juega un roll importante ya que todo nuestro lenguaje corporal le demuestra al otro nuestros sentimientos.

  Otra etapa de los orígenes en el inicio del enamoramiento es la parte química, ya que esta fase se abastece de una sustancia contenida en el cerebro denominada feniletilamina; esta genera la secreción de la dopamina o la norepinefrina , sustancias que producen efectos parecidos a los de las anfetaminas , las cuales, por su parte producen un estado de euforia natural cuando estamos al lado de la persona amada.

  Curiosamente otro aspecto importante es la genética, pues los humanos llevamos en nuestros genes el instinto de procreación. Científicos de la materia señalan que las sustancias químicas cerebrales se proyectan en las primeras fases del amor, creando así la atracción y el deseo de estar juntos.

  Existen teorías del enamoramiento, como son: cuando tenemos la imagen de nuestra pareja donde se afirma que nuestro aparato psíquico tiene guardada la imagen de la pareja que buscamos y que cuando la encontramos nos da un sobresalto al toparnos justamente con la persona que encuadra con nuestras expectativas.

  También existe la correspondencia, que es cuando buscamos a una persona que cuente con un parecido o rasgos físicos, sociales y culturales de nuestra familia. De igual manera, nos enamoramos de quien que es como anhelamos ser o bien de lo que tiene el otro, es decir, nos sirve de modelo y por eso nos enamoramos.

 Por último, esta la teoría de perpetuar la especie, lo que nos hace buscar a la persona con la que se mezclen mejor nuestros genes.

  Debemos estar conscientes de la diferencia entre amor y enamoramiento. El amor es un concepto universal relativo a la afinidad entre seres. Es un sentimiento que se descifra con relación al afecto y al apego, produciendo y dando como resultado una serie de emociones, experiencias y actitudes. Su diversidad de significados y la complejidad del sentimiento hace que sea especialmente difícil de definir de modo consistente.

   Todas las emociones relacionadas con el amor pueden ser muy poderosas, llegando a veces a ser invulnerables. Es por eso que el amor interpersonal se considera muy sano o verdadero cuando es favorable para la personalidad, por lo cual es indispensable contar con una buena autoestima.

  El amor, como un concepto abstracto se considera normalmente un sentimiento profundo e inexplicable de preocupación cariñosa por otro ser. Abarcando una gran cantidad de sentimientos desiguales desde el deseo pasional y de intimidad hasta la proximidad emocional asexual del amor familiar, hasta la devoción del amor religioso.